Capitulo 16🏀📚: Las personas que se suicidan no son cobardes.

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Capitulo 16: Las personas que se suicidan no son cobardes.


(Summertime Sadness - Lana Del Rey)


Lo primero que vi en cuanto llegué a la escuela fue a varios alumnos reunidos en el patio, algunos estaban murmurando cosas, otros asustados, y otros simplemente estaban en silencio, vi a la directora de la escuela mirando hacia al techo y por instinto yo también lo hice, Jake quien estaba a mi lado también hizo lo mismo, y cuando miramos el techo nos dimos cuenta de que una chica pelinegra de 16 o 17 años estaba en él, llorando y agarrándose el cabello con fuerza.

Tragué saliva y rápidamente me di cuenta de que era la misma chica con la que había hablado una semana atrás, cuando la encontré tirada en el baño llorando y murmurando un montón de cosas y quien iba a decir que hoy la iba a encontrar en el tejado de la escuela intentando suicidarse.

Escuche a la directora gritarle que por favor bajara de ahí que los bomberos iban a llegar pronto, pero la verdad ella no se veía con ganas de bajar de ahí, de vez en cuando miraba hacia abajo y volvía a llorar.

Mire a Jake quien estaba mirando la escena horrorizado y cuando mire por encima de su hombro me encontré con Alex diciéndole algo en el oído a Fernanda, ella asintió y se alejó de ahí probablemente a su aula por lo cual le susurre a Jake:

—Jake —lo llame, el me m iro —Ve con Fernanda a tu aula, anda.

Jake lo dudo unos segundos hasta que termino asintiendo y fue corriendo detrás de Fernando, suspire y mire otra vez a Alex, estaba con el semblante serio mirando hacia el techo, no veía rastro de los muchachos por lo cual termine acercándome a Alex.

Cuando llegue a su lado, me miro de reojo y continúo mirando el techo.

No nos habíamos visto desde la última vez que fui a su casa a ver películas de Disney, no me quede a dormir porque mamá me mandó un mensaje diciéndome de que si quería ver películas con ella —también —así que no me pude negar.

Volví a mirar a Alex de reojo.

—¿C-rees que lo haga? —pregunte.

—No lo sé —respondió.

Asentí lentamente y justo en el momento en que me giré hacia al frente, me di cuenta de que la chica estaba cada vez más cerca de la orilla y estaba vez si se veía con ganas de tirarse.

Vi llorar a la chica, a la directora y a las maestras pidiéndole que no lo hiciera, escuche a los bomberos acercarse y entrar a la institución, a la chica acercándose cada vez más a la orilla, a los bomberos subiéndose a rescatarla y diciéndole palabras para tranquilizarla, pero nunca lo lograron. 

Porque entonces fue demasiado tarde.

Y cuando los bomberos se acercaron a ella, ella ya había decidido acabar con su vida.

Todos soltamos un grito, a mí se me comenzaron a cristalizar los ojos y más cuando escuche un fuerte grito seguido de un llanto atrás de nosotros, una señora estaba arrodillada mientras el que podía ser su esposo la abrazaba.

Desde ese día me di cuenta de una cosa, o más dicho de dos, uno que hasta la persona más feliz puede llegar a suicidarse y dos que no todo es lo que parece.

Melanie —así se llamaba la chica —siempre había sido una persona feliz, quien iba a pensar que muy en el fondo luchaba con ansiedad, y lo sabía porque ella me lo había dicho, después de la tragedia habían puesto globos morados —su color favorito — por casi toda la escuela, muchos murmuraban cosas como ¿Cómo es posible si nunca había mostrado ni una seña de ansiedad?, también algunos se habían apagado con su muerte, y las que eran sus amigas se habían separado, ella de alguna u otra forma había dejado una marca en cada uno de los estudiantes.

Algún día nos volveremos a ver © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora