Capitulo 7

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Cuando llegué a casa aún estaban todos durmiendo, así que subí silenciosamente y entré en mi habitación. Me dejé caer sobre la cama, estaba cansada, así que quería tomar una pequeña siesta, me saqué la ropa y me puse mi pijama y me propuse dormir.

Por más que traté no pude, aún seguía nerviosa por lo que había ocurrido, así que me levanté y fui a tomar una ducha.

Después de vestirme, fui a la habitación de mamá, estaba despierta jugando con Molly. Mi papá se había ido a trabajar temprano.

-Hola mamá – me acerqué a ella y la besé en la mejilla - ¿Cómo dormiste?

-Muy bien, ¿y tú hija? – respondió sonriente.

-Bien igual – le dije devolviéndole la sonrisa. Luego miré a Molly y me puse a hablar con ella – Y tu pequeña monstruo, ¿Cómo dormiste?

Me quedó mirando detenidamente y torció la cabeza a un lado como un cachorrito, con mi mamá reímos y me puse a darle besos en el estómago a mi hermana, haciéndola reír a carcajadas.

Después de eso, con mi mamá vestimos a Molly y bajamos a preparar algo para desayunar, Andrew seguía dormido, así que subí para ir a su habitación y despertarlo para que comiera algo.

Entre sigilosamente a su cuarto, me moví como un ninja entre su ropa sucia y basura esparcida por el piso hasta llegar al lado de su cama, y tierna y suavemente me dije:

-¡¡OYE ENGRENDO, DESPIERTA!!

Saltó de la cama como loco, muy asustado, me quedó mirando como yo me apretaba el estómago tanto reírme, pero en el momento que me miró serio, mi risa se acabó, haciendo que a él le saliera una maligna sonrisa en sus labios. Lo miré y salí corriendo hacia la cocina, cerrando la puerta tras él, para tener aunque sea un poco de tiempo más para escapar.

Llegué corriendo a la cocina y me traté de esconder detrás de mi mamá.

De la nada veo a Andrew pasar de largo por la cocina y después escuché un golpe, iba tan rápido que resbaló, se cayó y chocó contra la pared. Me reía tanto que me dolía la cara y el estómago. Molly y mamá también estaban riendo, y reímos aún más cuando vimos a Andrew aparecer todo despeinado y rojo de furia.

-Caitlin, querida y linda Caitlin... - me dijo Andrew con una sonrisa malvada.

-Dime hermanito – le respondí sarcástica.

-Date-por-muerta – dijo completamente serio.

-¡Mamá! - dije como niña pequeña – Dile algo.

-Andrew, tu hermana solo estaba jugando, no seas exagerado.

-Pero, mamá ella...

-Sin peros. –  le dijo mi mamá antes de que pudiera terminar – Ahora siéntate a comer y deja de molestar a Caitlin.

Nos sentamos, Andrew me miró serio y yo, como joven de 20 años madura, le saqué la lengua, y Molly, al ver lo que hice, le sacó su lengüita a Andrew riendo, todos la miramos y reímos, yo casi boté café por mi nariz, y ahí fue cuando a mi hermano le volvió la sonrisa.

Después de desayunar, lavé lo que habíamos ocupado y fui a la sala.

Me senté y llame a Patrick:

-Hola cariño, ¿Cómo te encuentras?

-Mucho mejor, ¿tú cómo estás?

-Bien, más tranquila.

-Que bien cariño, ¿a qué hora vendrás? Tengo ganas de verte – casi podía ver como hacia puchero.

-Si quieres voy ahora – le dije contenta.

-¡Genial! Nos vemos en un rato.

-Nos vemos.

Colgué y le dije a mamá que iría a casa de Patrick.

Cuando llegué, Katty me abrió la puerta.

-Hola Katty, ¿estás mejor?

-Si Caitlin, gracias, y tú, ¿Cómo estás ahora?

-Más tranquila – le respondí sonriendo.

-Patrick está arriba en su cuarto, sube te está esperando – me dijo mientras movía sus cejas de arriba abajo.

-Estúpida – le dije riendo mientras subía las escaleras.

Llegué a la habitación de Patrick, la puerta estaba abierta y él estaba recostado en su cama.

-Hola feo – lo salude riendo.

-Hola tonta – me respondió sonriendo.

Me acerqué a él y le di un pequeño beso en sus labios donde no tenía el corte.

-¿Me puedo recostar a tu lado? – le dije con cara de perrito pequeño.

-Claro cariño, ven aquí – me dijo mientras se corría para hacerme un espacio en la cama.

Me puse a su lado y lo abracé.

Después de unos minutos Patrick ya se había quedado dormido, y de la anda yo también.

Pasadas unas horas, Katty nos fue a despertar para que bajáramos a comer algo junto a ella.

Fuimos a la sala y nos sorprendimos al ver que Katty había pedido pizza y tenía algunas películas para que pasáramos la tarde.

Vimos 3 películas seguidas y comimos hasta reventar. El problema de la mañana ya se había olvidado, solo nos dedicamos a reír y pasarla bien.

Quiero mucho a Katty, y yo sabía que ella igual me quiere a mí, somos muy buenas amigas, ella tiene 18 años. Siempre nos hemos llevado bien, y no es como la típica hermana menor de tu novio que molesta o estorba en el medio, no, con ella era distinto, me gusta que este compartiendo con Patrick y conmigo.

Cueste lo que cuesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora