Capitulo 8

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Estábamos al comienzo de las vacaciones, recién llevábamos 1 semana y con Patrick y nuestros amigos queríamos aprovechar el verano al máximo.

Uno de nuestros amigos, Mark, nos invitó a su campo, hay unas cascadas y un lugar donde nos podemos zambullir, es realmente increíble y hermoso.

Partiríamos en dos días y muy temprano, el lugar estaba a unas 3 o 4 horas, y queríamos llegar en la mañana para aprovechar todo el día.

Invité a Sam a casa, es mi mejor amigo desde hace años, estuvimos juntas en la preparatoria y ahora en la Universidad, es la mejor amiga que hay en todo el mundo. Le pedí que viniera para que me ayudara a elegir qué cosas llevar para el viaje que teníamos dentro de poco.

Después de arreglar todo, bajamos a la sala a ver un película, comer helado, papas y cosas que nos hagan engordar, para estar bellas en el verano.

-Caitlin, necesito que me ayudes en algo – me dijo Sam algo tímida.

-¿Qué pasa querida? – le pregunté preocupada.

-Es que, tú sabes que me gusta Mark, y creo, solo creo, que yo también le gusto, estos días nos hemos visto y ha sido muy tierno y cariñoso. Quiero estar con él, de verdad me gusta, y como ustedes son buenos amigos, y se cuentan la mayoría de sus cosas, bueno...

-Sam, se lo que estas tramando, yo hablaré con él, no te preocupes – le dije mientras me acercaba a ella para abrazarla.

-¿Lo dices en serio? – me dijo con una pequeña sonrisa en los labios.

-Claro que sí, seré todo un cupido – le dije riendo.

-Gracias Caitlin, eres la mejor.

-Lo sé, no tienes para que decirlo – le dije sarcásticamente.

-Tonta, te quiero – me dijo riendo y abrazándome.

-Te quiero amiga.

Sam era muy infantil, y aunque tenemos la misma edad, a veces parecía una pequeña niña de 13 años acomplejada porque quiere tener novio, pero yo la entiendo, y siempre la ayudo cuando lo necesita.

******************************

Después de que Sam se fuera, con mi familia tuvimos como una "tarde familiar", fue muy lindo, vimos películas, jugamos, comimos mucho, solo faltaba Molly, la cual estaba durmiendo.

Jugamos a verdad o reto, y no parábamos de reír, solo nos retábamos a hacer cosas o decir cosas estúpidas, era grandioso. Cuando llegó mi turno, me tocaba preguntarle a Andrew:

-Andrew, ¿verdad o reto?

-Reto – me respondió riendo.

-Te reto a que salgas afuera y grites que eres gay mientras corres alrededor de la casa.

-¿Estas bromeando, verdad? Es de noche, están casi todos durmiendo – me dijo riendo nervioso.

-Andrew, hazlo, no tienes opción – le dijo mi papá alentando mi idea.

-Mamá, ayúdame por favor – le dijo Andrew a mamá.

-Lo siento hijo, retos son retos – le dijo riendo.

-Es mejor que vallas ahora o serán dos retos, y el siguiente será peor – le dije con una sonrisa maligna.

-Caitlin, eres la peor – me dijo riendo.

-Lo sé – le dije tirándole un beso.

Andrew salió. Con mis papas nos quedamos adentro de la casa. Estábamos callados esperando la voz de Andrew, cuando de la nada escuchamos:

-¡¡SOY GAAAAAAAAY!! – mi hermano gritaba a todo pulmón. Veíamos pasar su sombra a través de las cortinas mientras corría alrededor de la casa -  ¡¡¡SOY GAAAAAAAAY!!!

Con mis padres no quedamos mirando y empezamos a reír sin parar, todos estábamos riendo botados en el piso tomándonos el estómago ya que nos dolía por tanta risa.

Andrew entró a la casa, rojo, despeinado y riendo, se sentó en su lugar y me miró:

-Hermanita, estas me las pagarás – me dijo sonriendo.

-Estaré preparada – le dije riendo.

Cueste lo que cuesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora