NINE

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La mirada de Nic se mantenía fija en ambos Senseis, quienes se encontraban peleando, explicando cada movimiento a sus alumnos. 

—Apuesto por Kreese—susurró Nic, en dirección a su amiga pelirrubia, quien se mantenía a su lado—, cualquier cosa, probablemente, Kresse le patearía el trasero a mi padre.

—Tienes demasiada fe en tu progenitor, Nini.—se burló Tory. 

La conversación entre las chicas murió allí, volviendo su atención a la pelea.

—Como ven, me tomó del cuello, y yo tomé de su codo—Habló Johnny—. Si trato de escapar...

—Lo inmovilizo y lo duermo—Prosiguió Kreese. 

—Y si voy al costado...—Johnny hizo el ademán.

—Expone su pecho por completo.

—Ante dos difíciles decisiones, ¿Qué deben hacer?—Preguntó Johnny, cayendo al suelo junto a Kreese ante la patada en la pierna que le había propinado a éste—. Ignoran las consecuencias, y solo avanzan.

—Quizás se lastimen—habló Kreese, levantándose del suelo con la ayuda del Sensei Lawrence—, pero nadie gana sin hacer algo.

—Solo tomen una decisión—Continuó Johnny—. Actúan, y lo dan todo. 

La clase terminó allí, y todos se dispersaron para ir por sus bolsos y cambiarse, pero Nic se acercó a su padre. 

—Papá—Le llamó, recibiendo la atención de su progenitor—. Hoy tendré una cita y luego me quedaré con Tory en su casa, para que no me esperes esta noche. Pero mañana podremos pasar un lindo día de padre e hija. 

—¿Tendrás una cita?—Su padre la miró curioso—. ¿Es un nerd? O peor, ¿Algún idiota del Dojo de LaRusso?

—¿Acaso Daniel LaRusso tiene más alumnos que su hija y Robby?—cuestionó con sarcasmo, viendo como su padre le miraba algo desganado por la mención de su otro hijo—. Y no, no es ningún nerd, aunque tampoco debería importante si lo es o no. Saldré con Miguel, así que no te pongas en modo protector. ¡Nos vemos!

Nic se apresuró a salir del dojo antes de que su padre dijera algo, pero le había oído gritar algo de condones que solo le hizo carcajearse camino a su auto, subiendo a este para dirigirse al centro comercial, donde se reuniría con Daniel para almorzar.

[...]

—Qué tal, niñitas—Saludó la chica Lawrence al grupo de chicos de Miyagi-Do que se encontraba en una de las mesas de la zona de comidas del centro comercial, es decir, saludando a su hermano, a Sam, Dani y a otro chico desconocido—. A ti no te conozco, pero, hola de todas maneras. Soy Nic. 

—Oh, me llamo Demetri—saludó el pálido—. Daniel me ha hablado de ti. 

—Es un placer, Demetri—Sonrió la chica—. Me soprende que haya sido Dani quien te hablara de mi, y no mi querido hermanito cosplayer de Dora la Exploradora.

La chica estiró su brazo, solo para quitarle la liga del cabello a Robby, desarmando así la colita que traía, soltando una burlona risa al recibir un manotazo del chico, quien también rió. 

Luego de ello, el grupo de 5 compartieron el almuerzo de manera tranquila, y Nic se complementó con facilidad a la charla que mantenían, dejando completamente fuera las rivalidades por los dojos de karate al cual pertenecía cada uno. 

Nic, junto a Daniel y Demetri, dejaron a Robby y a Sam solos cuando decidieron ir por unos minutos hacia la tienda de comics y demases, porque ambos chicos querían buscar un nuevo número de un comic que leían, mientras que Nic quería ver si, finalmente, encontraba el último Funko Pop de la colección de Duran Duran: el de Simon Le Bon, que parecía estar agotado en todos lados, aunque tampoco se molestaría si encuentra alguno de Marty McFly, porque también los coleccionaba. 

Y la chica se sintió como si hubiera encontrado un lingote de oro cuando el Funko de Simon Le Bon pareció llamarle desde una de las vitrinas, jalando a Daniel con ella para poder comprarlo, al igual que uno de los números de ese comic para su amigo como regalo. Ambos amigos estuvieron a punto de ir por Demetri, pero no lograron ni dar un paso cuando vieron al chico salir corriendo de la tienda, seguido de un montón de chicos, aunque fue más notorio el mohicano rojo de Halcón. 

—Maldita sea—exclamó Nic—. Detesto a ese chico pajarraco cabeza de fósforo.

Tomó la mano de su mejor amigo y corrieron detrás del grupo de chicos por todos los pasillos del centro comercial, y Nic agradeció al cielo cuando llegaron a la zona de comidas y solo se encontraron con Demetri, porque sentía que iba a vomitar toda la BigMac que había comido en el almuerzo, pero no dudó en recomponerse cuando se vieron rodeados por los Cobra Kai, alejando a Daniel lo suficiente de esos idiotas, para luego acercarse a Demetri.

—A tu padre le daría vergüenza verte protegiendo a esos idiotas, Lawrence—Exclamó Halcón, dirigiéndose a la chica—. Y Demetri... No tenía que pasar todo de esta forma, porque podrías ser un Cobra Kai si tan solo tuvieras agallas.

 —Si tan solo supieras cuán orgulloso estaría mi padre por proteger a mis amigos y no ser un patético bravucón como tu—sonrió Nic, con un deje de ironía.

Nic agradeció en su cabeza que Sam y Robby aparecieran, colocándose ambos junto a ella, en posición de pelea. 

—¿Cinco contra cuatro?—Cuestionó Halcón, en un tono altanero—. Más bien, tres y medio. 

Nic supo que debía atacar cuando Halcón intentó golpear a Demetri cuando uno de sus secuaces lo agarró por la espalda, colocándose frente al chico inmovilizado para detener la patada del de mohicano, iniciando una pelea con éste. Por otro lado, Sam y Robby comenzaron a atacar al resto de chicos haciendo una especie de baile, que le causó algo de asombro ante la efectividad que tenían, sintiéndose orgullosa por su hermano. 

La chica Lawrence podría haber seguido todo el día peleando contra Halcón sin siquiera cansarse, pero un grito le hizo ponerse a alerta y girar en busca de la fuente de este, sintiendo su corazón detenerse al ver a Daniel escondido debajo de una de las mesas, tapando sus oídos, mientras un chico de Cobra Kai caminaba hacia él. Nic ni siquiera sintió dolor cuando una patada de Halcón le dio de lleno en el rostro y la lanzó al piso, apretando sus puños antes de levantarse, lanzando dos certeras patadas al torso del chico, y una tercera en el rostro, viéndole caer como un saco de patatas al suelo. 

—¡No te acerques a él, jodido bastardo!—Gritó Nic hacia el idiota que intentó golpear a Daniel, dando un salto seguido de una patada de dos piernas en la espalda del chico, viéndolo caer como si fuera un barril.

Se apresuró en colocarse frente a su mejor amigo, sintiendo su respiración agitada mientras mantenía su posición de pelea, que terminó relajándose cuando los de Cobra Kai se juntaron antes de alejarse, indicando que esta vez, ellos habían ganado.

Pero, a Nic no le importaban las victorias y las derrotas, porque solo le importaba proteger a quienes ella quería, sin tardar un segundo más en tirarse al piso para abrazar al chico, intentando calmarle de aquel ataque de ansiedad. 











VOULEZ-VOUS ━━ cobra kaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora