SIXTY-SIX

178 25 2
                                    

—"Y espero que mi próximo paso me lleve a Stanford".

Nic sonrió con sinceridad al terminar de escuchar el ensayo de Miguel. La rubia se levantó de su cama y rodeó los hombros de su novio con sus brazos, plantando un beso en la mejilla del chico.

—Es hermoso, Miggy—Admitió la rubia—. Y podría llorar, pero tengo que guardar las lágrimas para cuando te acepten.

—Eres una exagerada, Nini—Miguel soltó una carcajada, y aprovechó de robarle un rápido beso a la rubia—. Vamos, se lo enseñaré al resto.

Las solicitudes universitarias iban y venían en ese tiempo, cuando ya solo quedaban meses para salir de la secundaria y entrar a la adultez.

Nicolette estaba bastante tranquila con ello porque había sus solicitudes a variadas universidades habían sido aceptadas con una beca completa, y entre ellas, Stanford, por lo que ahora solo estaba dedicada a apoyar a Miguel en su postulación, esperando que él también quedase en la misma universidad. Solo esperaba que su madre no quisiera que regresada a Reino Unido para estudiar allá.

Miguel y Nic salieron del departamento de los Lawrence y caminaron hacia el del frente, perteneciente al de los Díaz, donde ya parecían estar todos reunidos, ansiosos por escuchar el ensayo del chico.

El chico se sentó a recitar el ensayo frente a su abuela, su madre, Johnny y Robby, mientras que Nic permaneció junto a su padre escuchando nuevamente las palabras de su novio. Y, como podría haber supuesto, Carmen no tardó en llorar por la emoción junto a Rosa.

—Estoy muy orgullosa—Carmen habló, secándose las lágrimas—. Eres brillante, ¡Ya estoy llorando!

—Tienes que ser más agresivo al final—Añadió Johnny, y Nic se burló para sus adentros al ver a su padre también emocionado—. Rogarán que vayas allá.

—¿Y tú que opinas?—Miguel cuestionó, ahora mirando a Robby.

—Está genial—Admitió Robby, sonriendo—. A pesar de ser el malo allí—. Miguel estuvo a punto de cambiar el ensayo, pero Robby le detuvo—. Está bien, está bien. No creo que aplique a Stanford, o a cualquier otro lugar.

—Quizás no quieras, pero con Daniel ya nos encargamos de llenar tus solicitudes—Nic miró sus uñas por unos segundos, sonriendo con aparente inocencia—. Solo falta tu ensayo, ¡De nada, Robert!

—Los tres tienen un gran futuro—Añadió Johnny—, todo estará bien, Robby. Y cuando ganemos el Sekai Taikai, las puertas se van a abrir para todos.

—Cierto, las becas deportivas también son una buena opción para entrar a la universidad—Agregó la rubia—. Las opciones para entrar son muchas, no hay porqué amargarse.

La sonrisa de la rubia desapareció lentamente al ver como la computadora de Miguel comenzaba a mojarse, mirando el techo y notando una gotera. Todo fue en decadencia en ese momento, y Nic se refería al techo, el cual se despedazó en medio de una explosión de aguas residuales, provocando un grito colectivo.

El departamento de los Díaz quedó prácticamente inhabitable, por lo que no fue de esperarse que tuviesen que acomodarse en el departamento de los Lawrence. Nic terminó cediéndole su habitación a Rosa ya que lo más sensato era vivir con sus tíos ahora, mientras que Robby tendría que compartir la suya con Miguel.

La rubia empacó sus cosas para dejar la habitación despejada con ayuda de Miguel, quien había permanecido en silencio durante todo ese tiempo, demasiado pensativo. Ambos salieron al pasillo con una pila de cajas, pero Nic tuvo que detenerse cuando su novio lo hizo, y pudo escuchar con claridad la conversación que Carmen y su padre tenían.

—Veamos el panorama completo—Habló Carmen—. Somos una familia de seis, casi siete. Y solo hay tres dormitorios. Miguel quiere ir a la universidad para la que no hay dinero, al igual que Nic y Robby. ¿Cómo haremos que funcione esto?

—Seremos una familia de cinco, casi seis, porque Nic irá a vivir con sus tíos. Su educación universitaria no será un problema, su vida ya está resuelta porque también tiene el apoyo de su madre, ella no es prioridad, sino que tu, Miguel y Robby—Respondió Johnny—. Y como dije antes, el torneo arreglará esto. Traerá estudiantes y patrocinios, además abrirá puertas a Miguel y a Robby. Estaremos bien.

Nic siguió su camino luego de escuchar las palabras de su padre, manteniendo su semblante relajado. Era cierto que ella estaría bien, pero era difícil escuchar el poco interés que su padre tenía en ella, y no evitó sentir aquel vacío molesto en su pecho.

La rubia miró a Miguel, quien ahora mostraba con claridad su decaimiento en su rostro.

—Oye, cambia esa mueca, Miggy—Tomó la mano del chico para llamar su atención, provocando que sus ojos le mirasen—. No te amargues, todo estará bien. Tienes que ser positivo, tendrás una beca y el resto ya se arreglará en el camino.

—Lo dices tan fácil porque tienes la vida resuelta, Nicolette—Murmuró, apretando sus labios—. Pero no todos somos privilegiados como tu, y tampoco tienes porqué presumirlos frente a todos.

[...]

—¿Por qué estás tan triste, rubia?

Nic sintió un empujón de Tory cuando la chica estuvo a su lado, sin tardar en tomar el brazo de su amiga para enredarlo con el suyo.

—¿Crees que soy una presumida?—Cuestionó la chica—. Se sincera, o lloraré.

—Nunca podría creer eso de ti—Afirmó Tory—. Quizás, a simple vista, parece que lo eres, pero basta entablar una conversación contigo para que esa idea sea totalmente errónea. Ahora, ¿Qué mierda te ha dicho Miguel para que estés así?

—Me conoces tan bien, rubia—Nic soltó una suave risa—. Por eso eres mi mejor amiga.

—Y por eso, me dirás que pasó y no intentarás cambiar de tema aunque estemos en esta estúpida feria universitaria—Tory sonrió, jalando a la chica para seguir caminando.

Nic resumió lo sucedido hace dos días atrás, empezando desde el ensayo de Miguel, la explosión del techo, hasta la conversación que escuchó de su padre, y la reacción de Miguel. Ese día, Nicolette no había intentado seguir discutiendo con Miguel porque no estaba de ánimos para oír palabras hirientes, y no habían intercambiado palabras desde ese momento.

—Es un idiota—Afirmó Tory—. Deberías haber terminado definitivamente con él cuando pudiste. Pero también, deberías dejar que reflexione y se percate de lo tonto que es. Después de todo, hay muchos peces en el río, Nini.

La rubia soltó una carcajada por las palabras de su amiga, y siguieron caminando a pesar de haberse encontrado de frente con Miguel y sus amigos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

VOULEZ-VOUS ━━ cobra kaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora