28 FINAL- Su Guardaespaldas.

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El brazo le dio mucho dolor de cabeza a la mañana siguiente. Incapaz de tolerarlo, tomó los analgésicos con el desayuno; mismo que fue llevado a su habitación por Andrea. Después de terminar, Eunha visitó la habitación de Sowon, pero aún seguía durmiendo, así que en su lugar, fue al estudio de su padre.

Necesitaba respuestas.

Con su energía restaurada, después de dormir tan bien por la noche —sorprendentemente no interrumpida por pesadillas— y un buen desayuno, Eunha quería respuestas. Respuestas a todas las preguntas que estaban quemando desde la noche anterior, sin embargo, no pudo hacerlas debido a la gran fatiga.

Su padre estaba en su estudio, como de costumbre. Ojos miraban el mundo a través de gafas de lectura, cabello gris peinado pulcramente, a pesar de no tener cita con algún cliente. Sentado detrás del escritorio, vestido para el trabajo como si estuviera en la oficina en lugar de su propia casa, un pequeño rasgo del que le gusta burlarse.

—¿Te sientes mejor? —le preguntó su padre cuándo entró y tomo asiento en la silla de cuero, frente a él— ¿Ya desayunaste?

—Tenía mucho dolor en el brazo cuando desperté, pero tome mi desayuno con el analgésico, así que estoy bien ahora.

—Bueno. Contraté a una enfermera para que este a tu disposición y cambie el vendaje y también, para ayudar al cuidado de Sowon. Llegará en la tarde.

—Bien. Pero estoy aquí por otra cosa.

Su padre juntó las manos. —¿Por Sowon?

Eunha asintió. —¿Quiero saber por qué? Quiero respuestas. Respuestas reales, papá.

Su padre suspiró. —Lo siento mucho. No tienes idea del horrible momento que pase cuando te secuestraron. Ahora me siento peor después de lo sucedido anoche.

Eunha negó con la cabeza. —No lo sientes en absoluto, papá. Estas como de costumbre ahora mismo. Volviendo a tus dólares y centavos.

—Intento asegurarme que esto no vuelva a suceder, cariño. Estoy dando mi mayor esfuerzo para lograr una solución.

—¿Por qué no me lo contaste?

—Eunha, la última cosa que quiero, es que estés preocupada y asustada. Por eso convencí a Sowon para protegerte de forma "encubierta". Fue muy difícil convencerla con mi oferta triple. Ni siquiera funcionó. Sin embargo, le implore que me ayudara y finalmente accedió a seguir, aunque protegiéndote desde "lejos".

—¿Por qué están tan empeñados en hacernos daño? Nos querían matar a los dos anoche, ¿cierto?

—Mañana es mi cita para declarar en el juicio. No pensé que vendrían después de presentar las evidencias y haber hecho las detenciones. Y, a decir verdad, anoche estuvieron más cerca de silenciarme. Tu no eras el objetivo principal.

—¿Por ello duplicaste la seguridad en nuestra casa?

—Sí, así es cariño.

—Pero soy la última en enterarme de todo. Me siento como una tonta en este momento.

Su padre dejó escapar un profundo suspiro. —Cariño, este tipo de cosas es mejor guardarlas en secreto. No te conté nada de Sowon, porque podrías haberla puesto en la mira también. Era mejor que tú no supieras para que todo pareciera en orden. Nadie sabía que Sowon aun te estaba protegiendo. Nadie más que ella y yo. Esa fue la mejor manera de protegerte.

—¿Qué va a pasar después de tu declaración?

—Una vez que testifique, no hay nada que puedan hacer. Anoche fue su último intento por evitar que me apareciera en la corte de mañana. Ahora, con la alarma levantada, mi seguridad se ha triplicado y la policía está en alerta. Así que, por hoy, espero que te quedes en casa para descansar, junto con Sowon.

Mi Guardaespaldas (Wonha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora