20- Bien.

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Después del torrente de emociones golpeando a Sowon, Eunha finalmente dejó de gritar. Para su mala suerte, parecía que toda la familia la había escuchado; todos llegaron corriendo a la cocina con su padre al frente.

—¡¿Qué sucede, cariño?! —su padre cuestiono enseguida.

—Nada. Vete.

—Cariño...

Eunha aparto la mano de su padre y se escondió detrás de Sowon. —No quiero hablar contigo.

Los hombros de su padre se hundieron en derrota y suspiró. —Bien, entonces no diré nada... —en cuanto a Sowon, le dijo— Por favor cuida de Eunha.

El corazón de Eunha se iluminó cuando su guardaespaldas estuvo de acuerdo. Sowon está en su casa por ella. Ella sabía que Sowon regresaría. Sin embargo, Sowon tomo su distancia y se volvió hacia ella, con una expresión solemne una vez que estuvieron solas.

—¿Por qué no me dijiste que habías vuelto? —preguntó Eunha

—Me ibas a ver por la mañana.

—Te extrañe.

Sowon se quedó parpadeando y una ola de vergüenza invadió a Eunha.

—Eres la única guardaespaldas en la que puedo confiar. No dormí bien anoche porque no estabas alrededor.

—Le dije a tu papá que debes ver a un consejero, pero me dijo que tú te negaste.

—No necesito un consejero. Estoy bien.

—Pero acabas de decir que no dormiste bien.

—Fue sólo una noche. Es igual a lo que sucedió en Japón. Lo superaré muy pronto.

—Eunha, eso no...

—Cállate. No quiero hablar del tema.

—No estás bien si no quieres hablar.

—Estoy bien si digo que estoy bien.

—Eres muy terca.

—Podría decir lo mismo de ti.

Sowon negó con la cabeza. —Esto nunca terminara. Por favor discúlpeme, voy a empezar mi guardia.

—Bien.

Sowon le dio un gesto amable y salió de la cocina con el vaso que estaba en el mostrador. Mientras tanto, Eunha se quedó inmóvil, irradiando irritación. Sowon es tan fría como antes, como si no hubieran pasado por tanto juntas.

¡Guardaespaldas estúpida! ¡Sowon estúpida! ¡Estúpida, estúpida, estúpida!

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A la mañana siguiente, Eunha bajó siendo más gruñona que nunca. Su sueño había sido interrumpido por pesadillas de nuevo y cada vez que se despertaba, su respiración era rápida y pesada. Se topó con su guardaespaldas mientras caminaba por las escaleras, pero Sowon no se detuvo, simplemente le dio un movimiento de cabeza al pasar y Eunha se ofendió. Insatisfecha con dejar las cosas como estaban, Eunha se dio la vuelta y detuvo a su guardaespaldas a lo largo del pasillo en el segundo piso.

—¿Por qué me tratas como a una extraña?

Su guardaespaldas la miró con ojos grandes y redondos. —Estoy de servicio en este momento.

—¿Y qué?

—Se supone que revise el segundo piso para mantener tu seguridad, no estar de pie aquí hablando contigo.

—Estás haciendo esto a propósito.

—No entiendo a qué te refieres.

—¡Todo esto! ¡Está pretensión! ¡Para de una vez!

—No estoy haciendo nada.

—Pasamos más de veinticuatro horas juntas en aquel horrible cobertizo, pero en el momento en que salimos de esa situación, te portas como una extraña que apenas conozco.

—Eunha, por favor déjame hacer mi trabajo. Podemos hablar después, cuando mis horas de trabajo hayan terminado.

—¿Y cuándo es eso?

—Esta noche. Hoy es mi último día, así podemos hablar mañana a cualquier hora.

—¿Tu último día? ¿Por qué es tu último día?

Su guardaespaldas suspiro. —¿Por qué no hablas con tu padre sobre eso? En verdad necesito seguir —y antes que Eunha fuera capaz de hacer otra pregunta, Sowon se deslizo rápidamente por el pasillo, dejándola allí, de pie junto a la barandilla.

"¿Mi padre? ¿Mi papá tiene algo que ver con esto? ¿Despidió a mi guardaespaldas?"

Con estas preguntas en mente quemándola, Eunha piso fuerte por las escaleras en busca de su padre.

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—¿Qué quiere decir con que no puedes quedarte con Sowon? —Eunha cuestionó a su padre con su nariz resoplando, lista para exhalar fuego.

—Ella no aceptó mi oferta.

—¡¿Y por qué no?! —Eunha lanzó sus manos al aire con exasperación— Triplica su pago. Añade otro cero a su sueldo.

—No se trata de dinero. Le ofrecí pagarle tanto como pude, pero ella lo rechazó de todos modos.

—¿Entonces por qué? ¿Por qué está rechazando ser contratada?

—De acuerdo con ella, tú ya no estás en peligro, por lo que no necesitas un guardaespaldas como ella.

—¿Y eso que significa? Vas a contratar a otro guardaespaldas, ¿cierto? Y será un guardaespaldas pésimo como todos los demás que he tenido antes.

—Mi querida niña, no puedo obligarla a trabajar para mí si ella no quiere. Y ella tiene razón. Su habilidad y capacidad serán desperdiciados aquí. Tendría que estar protegiendo a alguien cuya vida sea amenazada.

—¡¿Cómo sabes que mi vida no está siendo amenazada?! ¡¿Y si alguien más viene y me secuestra?!

—Por eso contrato guardaespaldas. Así persuadirán a quien intente hacerlo. Y ahora que el caso se ha abierto y se han hecho arrestos, no van a ser capaces de llegar a ti.

—No me importa. Es Sowon o ningún guardaespaldas.

Su padre suspiró. —Tal vez tengas más poder de persuasión que yo. Si puedes convencerla a ser tu guardaespaldas, con mucho gusto voy a contratarla.

Eunha se puso de pie, con los ojos ferozmente brillantes. —Lo haré.



 —Lo haré

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Mi Guardaespaldas (Wonha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora