Me acababa de despertar, lo primero que ví fue a Caye durmiendo a mi lado, se veía tan tranquilo.
Intenté estirarme con cuidado pero no sirvió de mucho.
- ¿Por qué te levantas?- Preguntó aún dormido pero tirando de mi sudadera.
- Solo intentó coger mi móvil.- Contesté.
Cuando lo alcancé, me volví a tumbar a su lado, mire la hora y eran las 11 a.m.
- Caye despierta, que nos quedamos sin desayuno- Exclamé con una sonrisa.
- Agh está bien, peque- Respondió mientras se levantaba- Te hago caso solo porque es tú cumpleaños.
- Sí claro, venga vamos a vestirnos y a desayunar- Le ordené y el asintió con la cabeza pero no sin antes darme un beso.
[...]
Acababa de salir del cuarto cuando alguien me agarró por detrás en forma de abrazo, levantándome del suelo.
- Felicidades enana- Oí decir a Iván- Ya no eres la menor.
- Iván bájame que llevo falda- Exclamé con una sonrisa en la cara- Gracias.
- No me las des, por cierto los chicos ya no están enfadados contigo- Soltó de la nada- Le conté lo que me dijiste ¿No te molesta no?.
- Sí, no pasa nada, se lo iba a contar igual- Contesté contenta.
Llegamos al comedor y todos mis amigos ya estaban sentados, así que fuimos con ellos.
Me senté entre Iván y Cayetano.
-Felicidades- Dijeron al unísono mis amigos.
Noté como todo el comedor me miraba por un segundo.
- Ya está roja- Mencionó Roque riéndose.
- Calla enano- Respondí.
- ¿Ya sabes que vas ha hacer?- Me preguntó carol intrigada.
Hacía mucho tiempo que no me ilusionaba en mi cumpleaños y lo dejé de celebrar cuando mi hermano desapareció.
- Es-esto hace muchos años que no lo celebro- Tartamudee.
- Bueno pero al menos tus padres te habrán llamado para felicitarte ¿No?- Comentó Marcos.
Se me esfumó la sonrisa, al recordar que no había recibido ni un miserable mensaje de ellos desde que me dejaron aquí.
- De hecho no, aún no me han llamado, estarán ocupados trabajando- Contesté apartando la mirada.
- Bueno pero no pasa nada, para eso estamos nosotros- Dijo Iván entendiendo mi situación- Para pasar contigo tu cumpleaños ¿Verdad chicos?.
Todos asintieron con una sonrisa y Caye me pasó el brazo por los hombros.
Son los indicados, Leyre, no la cagues.
Que razón llevas, conciencia.
[...]
Después de desayunar, le dije a los chicos necesitaba estar sola porque tenía una cosa pendiente.
Me senté en mi escritorio, saqué una hoja y un boli negro.
Desde la desaparición de mi hermano Hugo, todos mis cumpleaños le escribo una carta para cuando lo vuelva a ver, pueda ver mi progreso a lo largo de estos años.
Empecé a escribirla y no tarde mucho en llorar, como lo echaba de menos, también revisaba el móvil cada dos por tres para ver si mis padres me llamaban o me escribían algo pero no había nada.
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Una vida diferente (Fanfic: El internado)
Teen FictionLeyre, una chica de apenas 16 años, a la que nunca han prestado mucha atención en el colegio, siempre estado sola, nunca se ha enamorado y sus padres no es que te lo hacen muy bien, nadie le advirtió que mudarse a un internado de élite le cambiaría...