No dejes que nos encuentre.

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Sintió la necesidad de vigilar su estado. Había pasado algunas horas en el piso inferior, donde se encontraba su conglomerado empresarial. Vivía en una torre antigua. Había funcionado en la Edad Media como casa anexa a un enorme faro que, pasados los años, había quedado en desuso. Estaban a punto de derruirlo cuando lo compró. En la primera planta se hallaban las habitaciones para el personal. En la segunda un pequeño hospital para atender a casos urgentes de los de su raza y por fin, el último piso estaba dedicado a su vivienda privada y sus invitados. 

La planta sanitaria era un recinto que no todos conocían. Era como demostrar al mundo que no solo era un excéntrico, sino que no confiaba su vida ni la de los suyos a los sanitarios privados o públicos. No es que fuera del todo así. Es que tenían que protegerse. Eran una de las especies más antiguas del universo, pero debían y deseaban vivir en la sombra.

Al pasar por su habitación, encontró la cama de la niña vacía.

Estaba todo en penumbra. Apenas había un punto de luz en un lateral.

No podía haber ido muy lejos.  Estaba muy débil y era muy pequeña, con aspecto frágil, tan endeble, que temió que no superaría el cambio tras la infección.

En un rincón, acurrucada y templando, se hallaba su cuerpecito. La tomó en brazos y ella le dirigió una sola mirada. Esos ojos le perseguirían durante toda su existencia.

Leyó temor en ellos. La acunó susurrando:  

—Te juro que nadie va a hacerte daño nunca más. Confía en mí.

Ella se acomodó sobre su pecho y él la escuchó delirar:

—No dejes que nos encuentre. No quiero que vuelva a tocarme. No le quiero.

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Esta canción cuenta muy claramente las consecuencias de vivir con un abusador. Creo que refleja lo que pasa después porque antes nunca esperarías algo así y durante, no sé si puedes discernir nada más que gestionar el presente. Pero es el futuro el que nos visita con los recuerdos dolorosos del que, por su superioridad aparente, rompió la inocencia y la confianza. Lo que no dice esta canción es, que con miedo, el corazón y la confianza rota, también se sale adelante. Se encuentran las armas, la armadura y el yelmo que esconde al miedo.

Eso es lo que hará Génesis con ayuda de H.

Os quiero, lobitos de Ombretta. No dejéis que los monstruos de la vida, liderados por el miedo, os atrapen. SOIS MÁS FUERTES DE LO QUE CREÉIS.

Para verte mejor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora