Son las 9 de la mañana cuando decido levantarme de la cama, mañana sale el bus y necesito terminar de guardar algunas cosas, mi mamá se encargó de que tuviéramos la maleta lista hace una semana, pero quiero llevarme algunas pulseras, collares y cartas que me han regalado mis amigos en mi cumpleaños, día del amor y la amistad o simplemente por existir. Tengo que recalcar que, aunque casi no podía verlos, estoy muy feliz de tenerlos en mi vida, de haber conocido a personas tan increíbles como ellos, porque me demostraron el significado de una verdadera amistad.
Salgo de la habitación y voy directo al baño para lavarme los dientes y arreglarme el cabello, quiero aprovechar lo que queda de mañana porque iremos a casa de una tía a almorzar, mi tío Lucas vino a despedirse de nosotros así que almorzaremos todos juntos.
Salgo del baño, me dirijo a la cocina y me encuentro a mi abuela terminando de preparar el desayuno.
-Buenos días abuela, bendición.
-Hola mi niña, buenos días. ¿Qué tal dormiste? - Me pregunta dirigiéndose a la mesa para colocar los platos- Ayúdame con las tazas para el café por favor.
-Bien abuela, enseguida las coloco en la mesa. - Busco cuatro tazas y las dejo en la mesa, me dirijo a buscar la otra taza para mi tío, pero mi abuela me dice que con esas cuatro está bien.
-Tu tío salió temprano a casa de tu tía Luisa, dijo que nos veíamos allá. Despierta a los niños para que vengan a comer- Dice sacando una silla del comedor y sentándose a esperar.
-Bueno abuela, está bien ya los llamo.
Entro al cuarto y despierto a mis hermanos, María se despierta de inmediato, pero Alejandro no. Solo se levanta temprano cuando tenemos que ir al colegio, pero es fin de semana así que es casi imposible que se despierte a estas horas de la mañana, para él, es una madrugada.
-Dile a la abuela que me levanto en un ratito más- Dice Alejandro aún medio dormido.
No le contesto, solo me dirijo de nuevo al comedor.
-Abuela Ale no quiere despertarse aún.
-Bueno, esperemos a que María salga del baño para desayunar juntas.
Pasaron cinco minutos más o menos y María entra al comedor y se sienta en la mesa.
-Buenos días abuela. -Dice mientras se estruja los ojos por el sueño.
-Buenos días María, ¿Cómo dormiste? - Le pregunta mi abuela
-Bien abuela, ¿Y mi tío Lucas, aún sigue dormido? -Pregunta María al observar solo nuestros platos en la mesa.
-Tu tío Lucas salió temprano a casa de tu tía Luisa- Le responde mi abuela con un tono de decepción notorio en su voz.
-Ah bueno, no sabe lo que se pierde, el desayuno se ve muy rico- Dice María con la intención de hacer sentir mejor a la abuela.
Mi abuela preparó arepas con jamón y queso, y obviamente no puede faltar el cafecito con leche.
Terminamos de comer y efectivamente el desayuno estaba exquisito. Recogimos la mesa, lavamos los platos y al terminar, me voy a la habitación para buscar las cosas para bañarme.
Estando en el baño decido colocar en mi celular el álbum de Morat "Balas perdidas", enseguida comienza a sonar "Maldita costumbre" y la verdad esa canción me gusta mucho, el ritmo es muy bueno, aunque para ser sincera, la letra no es tan alegre como el ritmo.
Me meto a la ducha mientras canto el coro de la canción a todo pulmón.
-Por qué te fuiste un, dos, tres, cuatro veces seguidas y me dejaste un corazón sin salida, solo me quedan un, dos, tres y serán siete vidas las que te llevas si te vas otra vez...
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¿Y si vamos a la luna?
Teen FictionEsta es una historia de amor y superación personal, con situaciones que viven algunos adolescentes. Para esas personas que se sienten incomprendidas, solas y minimizados, para esas personas que están aprendiendo o que ya aprendieron a quererse. Aque...