Capítulo 4

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Me encuentro sentada en el tejado de mi casa, son las 10 de la noche y el cielo esta maravilloso, se encuentra despejado, hay una media Luna espectacular y muchas estrellas. Coloco música, pero, aun así, no me salva de ignorar mis pensamientos.

Ya pasaron tres días en los cuáles no hice nada más que dormir. Al volver de casa de Alice he pensado en la falta que me van a hacer. Mi tía Lisa siempre ha sido un amor conmigo y en realidad con todos. Mi abuela también me hará mucha falta, pero me da más nostalgia el hecho de que va a quedar prácticamente sola, y si, mi tío Lucas aún está en Venezuela, pero trabaja en otra ciudad y solo viene a ver a mi abuela cuando puede.

Estos días no he dejado de pensar en todo lo que ha sucedido en mi vida desde que tengo memoria, en cómo los comentarios me han afectado tanto, en las acciones de mis familiares y lo que esto ha ocasionado en mi crecimiento personal.

Actualmente tengo 15 años y aún recibo críticas sobre mi cuerpo.

He crecido en una familia donde ser flaca es sinónimo de ser bonita, mi abuela dice que las mujeres delgadas se ven elegantes y espectaculares con cualquier tipo de ropa, siempre me he vestido pensando en lo que ella pensará, esperando agradarle para poder sentirme bien. Algunas veces me gustaba lo que ella escogía para mí, pero otras no, y era aceptar eso o sentirme mal durante el evento u ocasión para la que me vestía y fuera de eso, también tenía que soportar comentarios destructivos sobre cómo me quedaba algo, por eso prefería siempre complacerla en esa parte. Pienso que ella siempre lo ha hecho conmigo, ¿Por qué no hacerlo yo?

Mi abuela es una de las causantes de que tenga ciertas inseguridades, pero aun así la amo demasiado.

Siempre me ha defendido ante cualquier situación, de los comentarios de las otras personas, incluso llegó a molestarse con su hermano por un comentario totalmente fuera de lugar que me hizo una vez. "Pareces una zorra" recuerdo muy bien que dijo, solo por traer uñas postizas a los 10 años. Mi abuela se molestó muchísimo con él, pero más con mis papás por no hacer ni decir nada al respecto.

Siempre me escucha y yo a ella, trata de entenderme y siempre me aconseja. Eso me hará mucha falta, ya que, con mi mamá no tengo tanta comunicación.

Siempre he querido tener más comunicación con mi mamá, pero no sé por qué nunca lo he conseguido, quizás porque ella no quiere lo mismo o no le nace, no digo que mi mamá sea mala por eso, nada que ver. Solo que a veces una buena comunicación con tu madre es buena, más en este momento.

Nos iremos del país y no sé cuánto tiempo estaré sin ver a mi abuela, ni siquiera sé si volveré a verla. Pienso eso, pero decido no darle más mente ya que realmente me afecta muchísimo.

Busco mi celular y veo la hora, son las 12 de la noche, y solo pienso en esas noches en las que he llorado hasta quedarme dormida, sintiéndome insuficiente por las comparaciones, porque sentía que no podía mejorar. Nadie notaba que me esforzaba todos los días, en todos los aspectos, para ser mejor en el colegio, para ser "más bonita", para superarme. Pero nadie lo veía y no me bastaba, no era suficiente para mí. Pero siempre llego a una conclusión, gracias a una frase que leí hace mucho. "incluso la noche más oscura terminará y el sol saldrá". Me anima a no perder la esperanza, a seguir adelante y no rendirme, sé que saldré de esto y llegaré a ser la persona que siempre he querido.

Me alegra en parte salir de mi país, sé que me costará un poco dejar todo, pero quizás eso me ayude a mejorar en muchos aspectos.

Solo faltan dos días...

¿Y si vamos a la luna?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora