Capítulo 8

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Ya han pasado dos días desde que comenzamos a viajar, vamos en bus ya que no había suficiente presupuesto para los boletos de avión, tengo que admitir que muchos paisajes han sido hermosos.

En la vía cuando recién entramos a Colombia, habían muchos girasoles, en mi vida había visto tantos, son muy preciosos, quedé enamorada.

Los pocos atardeceres que he visto han sido espectaculares, me la he pasado durmiendo casi todo el tiempo que llevamos viajando.

Busco mi celular para revisar las notificaciones, han llegado unas cuantas, pero ya estaba cansada de llorar y solo quería descansar un poco mis ojos. Apenas lo enciendo veo que tengo algunos mensajes de Mateo, Lucy y Alice, decido abrir el mensaje de Lucy.

-Hola Stellis, ¿Qué tal va todo, ¿cómo estás?

-Hola Lucy, por ahora todo está bien.

Le envío el mensaje y reviso el de Alice.

-Stella mi amor, ¿Qué tal va todo?

-Holis, todo bien por ahora.

Cuando voy a ver los mensajes de Mateo, escucho a mi mamá decir mi nombre.

- ¿Qué pasó mamá? - Pregunto dándome vuelta para verla.

- ¿Quieres comer ahora? - Dice mientras termina de preparar un sándwich.

-Bueno. - Guardo mi celular en el bolsillo de la chaqueta y le presto más atención a lo que hace mi mamá.

Mi mamá me pasa el sándwich, tiene jamón, queso y mantequilla, luego me pasa un vaso con Postobón, una bebida de manzana que tiene un color rosado, es muy rica, me encantó desde que la probé apenas llegamos. Al terminar de comer saco mi celular del bolsillo para responder los mensajes de Mateo, son tres en total, me da curiosidad saber qué me escribió, no suele mandar tantos cuando no le respondo.

-Hola mi amorcito, cuéntame ¿Qué tal todo?

-Déjame decirte que ya te extraño y solo han pasado dos días desde que te fuiste.

-Es triste que hayamos coincidido en el momento incorrecto. Espero que en algún momento de la vida podamos estar juntos, sin tener que pensar en lo que digan los demás, que pueda llevarte de la mano, y decir que eres mi novia sin miedo, sin pensar en los demás, que solo seamos nosotros dos, que podamos ser felices juntos.

Al leer esos mensajes me entra de nuevo la nostalgia, no le respondo, no puedo hacerlo ahora.

Lo que dijo Martina se quedó dando vueltas en mi cabeza y es algo que realmente no sé cómo abordar con Mateo. ¿Cómo le digo que me dijeron que lo vieron con otra persona y me dolió? A final de cuentas, no somos nada.

No quiero seguir pensando en lo que ocurrió, solo me recuesto de la ventana del bus, quiero descansar, aunque no he hecho más nada que dormir desde que pisamos el bus, me siento realmente agotada a pesar de que no he hecho un esfuerzo físico digno de tal cansancio.

Solo me dedico a mirar por la ventana, la noche está muy bonita, despejada, hay muchas estrellas, gracias a la poca luz de la carretera se pueden apreciar bien y ni hablar de la luna. Hay una espectacular luna llena.

Al ver la luna, recuerdo que leí una vez que la luna llena se tiende a asociar con la luna de insomnio temporal y demencia. De allí vienen los vocablos como "lunático", lo que me parece interesante, aunque en realidad, no hay ninguna prueba que demuestre esta "teoría", ya que no hay ningún estudio que demuestre que la luna llena produzca algún cambio de comportamiento en los seres humanos.

La luna llena me parece uno de las fases lunares más hermosas, ya que cuando se encuentra en esta etapa suelen apreciarse eclipses y muchos otros fenómenos que son espectaculares.

Apreciar la luna me da tanta paz y tranquilidad, que me pregunto ¿Qué se sentirá estar en ella?, alejada de todos, solo con las personas correctas, las que yo decida que quiero que formen parte de mi vida, no por obligación ni porque haya algo que nos una, como la familia.

Existen personas que suelen hacernos sentir que estamos en nuestro lugar seguro, esas que nos hacen sentir que realmente no estamos solos y para mí esas personas han sido Alice, Lucy y en parte mi abuela, a pesar de todo, siempre han estado conmigo. Supongo que así debería sentirse estar en la luna, esa paz y esa tranquilidad que muy pocas veces sabemos expresar con palabras.

Con Mateo solía sentir lo mismo algunas veces, pero creo que por nuestra diferencia de edad y la forma en la que se dieron las cosas, más fueron las dudas que me inundaban cuando no estábamos juntos, cuando no me respondía o no me escribía. Sabía que me gustaba y que me sentía bien cuando estaba con el, pero supongo que el amor no se trata solo de eso.

No se trata de sentir dudas cuando esa persona no está contigo.

Sé que hay chicas que podrán darle lo que yo nunca pude o quizás podré, quizás la madurez que el necesita en su vida, la estabilidad que cualquier otra persona pueda darle.

La diferencia de edad es de cuatro años, él tiene 19 y yo tengo 15. ¿Realmente una persona puede sentir tanto por mí como una vez lo expresó Mateo?

Siento que el amor no se trata de dudar de si eres o no suficiente para alguien, todo es lindo cuando estoy con él, pero no siempre era así ni será así. Menos después de lo que me dijo Martina.

¿Realmente no encontró transporte?

¿Quién era esa chica que estaba con él? Ni siquiera fui capaz de pedirle una descripción a Martina.

Seguramente era mucho más linda que yo, más madura e inteligente.

Son cosas que me dan vueltas en la cabeza y que no sé cómo hacérselo saber a él.

Me siento un poco decepcionada, si es cierto que está con alguien más ¿Por qué me mentiría o diría cosas lindas?

Lo quiero mucho, pero este no es nuestro momento, no sé si más adelante. Quizás encuentre a la persona que pueda darle lo que yo no pude, suelo ser muy reemplazable, eso me han hecho sentir.

Quizás más adelante esté la persona correcta para mí.

Comenzaré de cero, tengo metas y objetivos que quiero alcanzar, quizás pueda estudiar psicología ahora que salí de Venezuela, me encanta el área del maquillaje, la estética y la literatura.

Tengo muchas expectativas sobre mi futuro, por ahora solo me enfocaré en mí, en el colegio y en mi bienestar, o bueno, trabajaré en ello.

No buscaré a la persona correcta para mí. Siempre he pensado que esas personas llegan cuando menos lo esperas, y lo mejor de todo, en el momento correcto, tarde o temprano llegan esas personas que nos hacen bien, que no nos hacen dudar ni de ellas, ni de nosotros mismos, esas personas que nos hacen sentir en la luna.

Al rato de seguir admirando la Luna y las estrellas, decido dormir, no hay mucho para hacer, mañana el bus hará una parada para ducharnos, comer y descansar un poco del bus.

Antes de quedarme dormida me digo a mí misma.

No me desesperaré, lo bueno siempre tarda en llegar, pero cuando llega, nos damos cuenta de que todo lo que pasamos antes de eso, ha valido la pena..

Luego de esto, me duermo, sin ninguna dificultad.

¿Y si vamos a la luna?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora