𝓢𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮 𝓪 𝓽𝓾 𝓵𝓪𝓭𝓸.

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- Izana Kurokawa X Sakura Haruno -

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Recuerdo la primera vez que ella apareció en mi vida.

Recién había parado mi solitario llanto, por más que intente no derramar ni una lágrima, no lo logre. Emma ahora ya no viviría conmigo, me habían separado de mi hermana menor.

— Seguramente nos volveremos a ver, es una promesa... Emma — eso fue todo lo que pude decirle antes de verla partir de la mano de mi madre.

Sonreírle en lugar de mostrar el dolor que sentía en mi interior fue para mostrarle que no debía tener miedo, los Sano se veían amables... al menos uno de nosotros encontró una familia.

Las marcas de mis lágrimas estaban impresas en mi aniñado rostro al igual que el miedo y el dolor, el edificio viejo y triste del que poco a poco me estaba acostumbrado me recibió. Aún recuerdo cuando mamá me abandonó, ella simplemente dijo:

— Debes ser fuerte, de ahora en adelante estarás solo —

Palmeo mis hombros y luego... Se fue.

Una mujer rubia de aspecto estricto pero a la vez amable me recibió en aquel lugar, me miró, sus cejas rubias se juntaron y sentí los ojos ámbar indagar en lo más profundo de mi ser.

— Bueno, bienvenido a tu nuevo hogar... Izana —

En el orfanato habían niños que el gobierno había enviado al perder a sus padres o tutores; saber eso dolió, sobre todo porque yo sí tenía una madre, proteste y pedí entre llantos que me dejaran ir con ella... Tsunade, la directora de esta institución se negó.

— Ella esta algo... Indispuesta — dijo.

Esa noche ni siquiera cené, sólo quería dormir, dormir y nunca despertar porque aún con mi corta edad supe que la palabra 'Indispuesta' significaba que simplemente no me quería a su lado, que no le interesaba... que no me amaba.

¡Vaya mierda de madre que me tocó!.

Poco a poco caía en los brazos de Morfeo, fue cuando ella apareció.

— ¡Hey! ¿Estás despierto? — bueno, ahora lo estaba — Toma, debes tener hambre —

Sus pequeñas manos manchadas de algo que no pude distinguir con claridad sostenían una galleta con chispas de chocolate, tallé mis ojos intentando detallar a aquella persona que me ofrecía una mugrienta galleta.

— Normalmente nunca sobra comida, pero sabes... ¡Soy muy hábil encontrando el escondite del tarro de Shizune-san! —

Quería gruñirle, quería que se fuera pero luego ella me miró a los ojos... Me quedé totalmente en blanco.

— ¿Qué pasa? ¿No te gustan las galletas? —

Debería ser un delito ladear la cabeza de manera tan adorable.

— No me gustan las galletas que vienen de manos más sucias que este maldito catre — pensé, más no lo dije.

¿Cuál era la razón para que yo no le escupiera esas crueles palabras?

— Oye, sé que es duro ser el nuevo, no hace mucho yo estuve en tú lugar — eso llamó mi atención, como si ella me entendiera decidió continuar — Fui abandonada por mi madre al igual que tú, de hecho... A mí ni siquiera me dió un beso de despedida sólo me arrojó de su coche como si fuera basura —

𝑶𝒏𝒆-𝒔𝒉𝒐𝒕❜𝒔 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora