𝑶𝒏𝒆-𝒔𝒉𝒐𝒕❜𝒔 2.0

𝓢𝓸𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓪 𝓿𝓮𝔃.

- Sasuke Uchiha X Sakura Haruno x Gaara no Sabaku -

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¿Por qué siempre tenia que meterme en situaciones así?.

Tenía que ser una broma, una de muy mal gusto por cierto.

Maldita sea en la hora que acepté esa misión, maldita sea la hora en que el mini dobe se coló junto con mi hija, y por supuesto que maldigo a Naruto por convencerme. Se supone que sólo tenía que viajar en busca de un pergamino antiguo que los Otsusukis buscaban, pensé que sería rápido y fácil... Vaya error.

— Sensei... ¿Cómo es que llegamos tan rápido a Konoha? — preguntó el rubiecillo tallándose los ojos.

El muy impaciente había abierto el pergamino y gracias a él estamos en esta situación.

— Debe ser por el pergamino ¿No lo crees papá? — preguntó mi hija mirándome.

Aguantando las ganas de gruñir como en los ayeres lo hacía, suspiré.

— Está no es Konoha — dije.

Tan pronto mis palabras salieron sentí los dos pares de ojos mirarme sorprendidos. Aún no notaban el cambio, las puertas de la aldea eran las mismas, mismo color y misma altura pero a lo lejos pude distinguir que el gran edificio del hospital no estaba, no como lo recordaba... Se supone que debería de ser enorme ya que una mujer lo había ampliado poniendo una clínica de salud mental para los niños que quedaron huérfanos a causa de la guerra.

Y volví a suspirar. A dónde quiera que fuera ella me seguía.

— Eso... ¿A qué se refiere? — preguntó Boruto.

— Ahora que lo dices... Hay muchas cosas diferentes — susurró mi hija.

¿Qué se supone que debemos hacer ahora?.

— Definitivamente tenemos que ir con el Hokage — dije para después masajear el puente de mi nariz.

Ellos asintieron no muy convencidos pero alguien decidió interrumpirnos.

— ¿Sasuke? — 

Los niños y yo abrimos los ojos al reconocer esa voz... Sobre todo yo, jamás olvidaría el timbre de su voz, tan suave y fresca pero en esta ocasión se notaba distante... Más de lo que ya era.

— Sakura — respondí a su indiferente saludo.

Era ella, Sakura Haruno, de pie a tan sólo unos metros detrás de nosotros, con toda su gracia y presencia aturdiendo mi sistema, mi ex compañera me veía con una ceja alzada y sin notarlo me estremecí... Ella era Sakura sí, pero ni en un millón de años pensé ver esa mirada tan fría dirigida hacia mi, esa mujer que alguna vez me profesó tanto amor que no supe aprovechar me miraba con desconfianza, como aquella vez en la reunión de los Kagues después de que recataran a las Hyuga's... esa fue la primera ocasión que noté el ausente brillo de sus ojos jade.

No vi en que momento pero mis dos acompañantes apresuraron el paso hacia ellos.

— ¡Tía Sakura!, es bueno verla 'ttebasa — dijo con una brillante sonrisa Boruto.

Era una copia idéntica de su padre, con la excepción del sueño por ser Hokage.

— Sakura-sama — está vez la saludo mi hija con una casi invisible reverencia.

Y claro, mi hija tenía que salir idéntica a mí, tan fría y con la seriedad de un Uchiha.

— Tía Sakura, ¿Cuánto tiempo nos fuimos? No recuerdo que su cabello sea tan largo — dijo Boruto.