𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓾𝓷 á𝓷𝓰𝓮𝓵 𝔂 𝓾𝓷 𝓭𝓲𝓪𝓫𝓵𝓸, 𝓣𝔀𝓸.

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- Souta Kawata X Sakura Haruno X Nahoya Kawata -

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Ciertamente la peli-rosa estaba sorprendida, había ido a buscar una maquina expendedora para que Angry y Hakkai tuvieran algo en el estomago, no fue su intensión escuchar de la platica que se generaba entre el líder de ToMan y el capitán del primer escuadrón. 

— Mikey-kun, arreglare las cosas con Tenjiku yo solo — dijo el rubio alejándose con una mirada vidriosa pero apretando los puños.

En su mente ya había maldecido un millón de veces al chico, ¿Acaso no veía que Emma estaba en cuidados intensivos? ¡¡Emma!!... ¡¡La hermana de Mikey!!... porque, demonios, ¡Él tenia que saber que era su hermana! ¡¿Cierto?!. No daba crédito a la idiotez del niño, porque mientras la rubia se debatía entre la vida y la muerte, el mocoso pensaba en la pelea con Tenjiku.

Lamentándose tener que cruzarse con él, caminó y se dirigió a su objetivo, él ni siquiera la había notado, sus ojos azules estaban enfocados en una linda castaña que lloraba recargada en una pared. Quiso darle un buen golpe cuando hizo el patético intento de distraer a la chica con unas caritas dibujadas en sus pulgares.

— ¡Deja de bromear, Takemichi-kun! — la niña le había gritado.

Al ver los hombros caídos del chico no pudo evitar hacer una mueca.

Sí, talvez había sido un idiota pero lo había hecho para hacer reír a la chica, eso había sido muy tierno y considerado. A veces los hombres eran tan estúpidos pero - para su mala suerte - lo que tenían de estúpidos, lo tenían de lindos, los rostros de sus chicos se le vinieron a la mente. 

Una risa nasal se le escapó, la tontería más grande para hacer feliz a una chica no era la que acaba de presenciar, ese lugar se lo ganaron Angry y Smiley aquel día que por primera vez presenciaron su periodo. 

Ella estaba envuelta en sus mantas con los ojos aguados, un sonrojo en su nariz y mejillas pues era una tarde calurosa, aún así ella se había envuelto como un tamal en las cobijas para entrar en calor y que el dolor aminorara. Ambos la habían visitado de imprevisto cuando ella claramente les había dicho la noche anterior que NO tenia ánimos de verlos. Angry siendo el más celoso de los dos pensó que los estaba engañando por su actitud evasiva, no supo como pero convenció a Angry de entrar a escondidas a su departamento para "agarrarla con las manos en la masa". 

Esa tarde no prestó mucha atención a las suaves pisadas en su sala, bastante irritada la tenían sus cólicos como para levantarse y verificar la fuente de ese ruido, y en uno de sus momentos más frustrantes por el dolor ella soltó un gemido lo suficientemente fuerte como para malinterpretarse, Smiley había abierto su puerta de una patada, rompiendo el pomo con su abrumadora fuerza. Recuerda lanzarles lo primero que encontró y para la mala suerte de ellos había sido una figurita de cristal de su personaje favorito de anime, ellos tuvieron que soportar los golpes y limpiar su llanto por casi dos horas.

Su disculpa no fue mejor... ¿De verdad creyeron que llevarle serenata a la una de la madrugada era buena idea? hubiera sido un lindo detalle de no haber sido porque vivía en un edificio donde los vecinos eran unos viejos amargados y para colmo... ella tenia que presentar un examen al día siguiente. 

Habían sido unos idiotas irreparables y casi se los llevaban a la comisaria por el ruido a altas horas de la noche, aún así había sido un hermoso detalle y... sus mejillas seguían coloreándose cada que revivía ese momento.

— Nose como manejar las cosas cuando me encuentro en situaciones difíciles como esta, realmente era despistado, siempre huía de las cosas que me desafiaban —  la voz del rubio la trajo de vuela a la realidad.

𝑶𝒏𝒆-𝒔𝒉𝒐𝒕❜𝒔 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora