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Jiang Cheng abrió sus ojos lentamente, no recordaba haber vuelto a su casa, en realidad él no tenía puta idea como había llegado ahí. Afortunadamente, estaba en su habitación y para su sorpresa, a su lado estaba Lan Xichen. Wanyin abrió sus ojos asustado aunque se tranquilizó al notar que bajo las sábanas estaba completamente vestido.

Se levantó y caminó hasta el baño para orinar y lavarse la cara, luego fue a la cocina a preparar café para despertar al chico. Dentro de poco tendría que ir al trabajo. Tomó la cafetera y sirvió en dos tazas. Las tomó y las llevo hasta la mesa junto con una caja de galletas. Luego volvió a la habitación para acariciar la cara del teñido haciendo que este sacará una sonrisa inmediata.

- que hermosa manera de despertar -le dijo el Lan, Wanyin sonrió y lo miró levantarse- anoche bebimos un poco de más -volvió a hablar Xichen.
- Lo sé, no recuerdo cómo llegué aquí, pero sé que la pasé bien -confesó el joven mientras caminaban hasta la mesa de la sala- ¿Tienes que ir a trabajar hoy? -preguntó solo como una duda casual.
- Sí, imagino que tú también -Wanyin asíntió- entonces nos podemos ver el fin de semana -sonrió, el joven asíntió.
- Me parece bien -respondió y le dió una mordida a su galleta, tendría que arreglarse ya si quería llegar a tiempo al trabajo.



Corrió hasta su escritorio mirando el reloj, se le había hecho 15 minutos tarde, en definitiva era lo más retrasado que habría llegado.

- relájate -habló el hombre que trabajaba en la misma piso que él- el señor Nie no ha llegado -Wanyin asíntió y se sentó para calmar un poco su respiración.

Le parecía extraño que MingJue no estuviera ahí, no solía llegar tarde tampoco. Suspiró y trató de concentrarse en lo que era importante; su propio trabajo. Comenzó a editar un par de documentos a la par de revisaba su correo en busca de alguna tarea o algo parecido. Al parecer lo citaban a él en el despacho de los cabecillas. Sintió miedo.

¿Y si alguien le había acusado de haber besado a su jefe? Nadie lo sabía... No podía ser.

Se arregló un poco el cabello y se puso de pie caminando de nuevo al elevador para subir al piso de sus jefes. Una vez ahí la secretaria lo dejó pasar mostrándole la cara de los tres cabecillas.

- Joven Jiang -sonrió el más joven en dirección a él- tomé asiento por favor -el Jiang asíntió y se sentó frente a ellos.
- Tenemos entendido que usted es muy apegado al trabajo tanto que hacía el señor Wen como el que hace el señor Nie -habló ahora un hombre de cabellos negros y ojos claros.
- sí así es, digamos que estoy muy en cercanía de ellos y de los trabajos que realizamos -sonrió un poco
- Genial, necesitamos que nos ayude con el trabajo de esta semana ya que el señor Nie pidió los días, al parecer tuvo un problema y no podrá venir toda la semana —Wanyin frunció el seño... ¿Estaría enfermo? No, seguramente no.
- está bien, ¿Algo más? -Respondio el joven con una sonrisa en cara como siempre.
- Le enviaremos al correo un lista de clientes con los que queremos que se vea para hablar de las nuevas políticas de empresa, debe aclararles que nada cambiará simplemente que deben estar al tanto -asíntió- no es necesario que venga a la oficina, simplemente salga con ellos a desayunar, comer o cenar y es todo -el hombre por primera vez sonrió
- excelente -el chico se puso de pie- lo haré -despues de que ellos asintieran salió de ahí.

Por un lado le gustaba la idea de que se reconociera su labor como ayudante de oficina, pero por otro lado... ¿Salir con hombres? No le gustaba la idea. Aún cuando eran citas de trabajo y no románticas... Se podía malinterpretar y eso era lo último que quería. Por otro lado, le preocupaba la situación de MingJue.

Entró al elevador para volver a su piso a seguir trabajando.



A MingJue su cama se le había amoldado a la perfección porque no se había parado en absoluto en el último día. Había llamado al trabajo para decirse en una situación dificil y se había quedado en cama.

Demon - MingChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora