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Jiang Wanyin se detuvo frente al gran edificio, no quería entrar con el Nie. Pero tampoco quería dejarlo solo...

- bien, aquí te dejaré -dijo, el mayor lo miró rápidamente a los ojos y negó.
- no me dejes solo ahora, por favor -habló el hombre acercándose a él un poco más- hablemos de lo que pasó... Por favor -Wanyin lo miró a los ojos, parecían tan apagados.
- bien -soltó y le tomó del brazo de nuevo para entrar, la recepcionista de siempre los miró un poco mal pero esta vez ambos le dieron completamente por su lado. Ambos entraron al elevador y subieron hasta el piso de él. Una vez en el apartamento, el Jiang lo sentó en el sofá y se sentó a su lado limpiando sus manos en sus piernas.

- te ves hermoso en ese traje -confesó el Nie- aunque te veo un poco borroso
- por supuesto que me vas a ver borroso, si vas cieguísimo -rió un poco y lo miró- ven, te voy a dar un baño para bajarte esta borrachera -se levantó y le tendió la mano, el Nie lo miró divertido pero también lo tomó provocando en ambos un electro shock.

Wanyin sabía perfecto dónde estaba el baño, ya había estado ahí una vez. Lo guió hasta su propio cuarto de duchas y lo metió en la tina para luego abrir la llave. El chico se mojaba completo con todo y ropa, los cabellos mojados le caían en la cara y los chorros de agua caían por ellos.

- te ves tan tierno -susurró Wanyin por impulso, MingJue lo miró un poco apenado.
- A-Cheng, sé que no me vas a creer -pasó saliva- pero te juro que no soy casado, no tengo un esposo... Mi hermano se enteró de ti y quiso jugarme una broma aunque no le salió como esperaba porque me ha arruinado la vida -se acercó a mirarlo- esta semana sin estar contigo te juro por mi vida que me hizo sentir miserable -su mano se posó sobre la del menor y este lo hizo mirarlo.
- te creo -dijo honestamente, no sentía que fuese un truco, quería creerle.
- Gracias -dijo el hombre y volvió a mirarlo a los ojos- además... -suspiró- mi padre murió -el más joven sintió amargura en el estómago, no lo conocía pero no era una buena noticia nunca saber eso.
- lo lamento mucho Mingjue -dijo él y le peinó el cabello hacia un lado con sus dedos.
- no tienes porque, me siento triste pero bueno... Siempre quiso morir -Wanyin frunció el seño. "Que deseo más raro el de querer morir" pensó. Pero claro, él no sabía que entre demonios era el más común de los deseos.- lo bueno es que ahora al menos te tengo a ti -sonrió y le puso la mano en la mejilla. Wanyin puso su mano sobre la de él y cerró los ojos disfrutando del tacto.

El pelinegro sintió las tremendas ganas de comerle la boca y, aunque no quería incomodarlo, la besó. Jiang Cheng se sorprendió, pero aún así le siguió el ritmo y con su mano disponible le acarició los cabellos juntándolo un poco más a su cuerpo. El agua comenzaba a mojarlos a ambos, Wanyin cerró el grifo y se acercó más al Nie, se quitó los Zapatos y entró en la tina con él, mojando su ropa en su paso. El Nie aferró sus manos a su cintura y se acomodó sobre Wanyin sin dejar de darle besos en los labios.

El menor bajó sus manos hasta el pecho del hombre desabotonando la camisa hasta que por fin la quitó dejando el pecho desnudo del mayor a su disposición. Sus besos bajaron lentamente mientras que MingJue se encargaba de desabotonar torpemente las prendas del más joven, una vez que los quitó por completo se permitió bajarle las mangas un poco para dejar a la vista el pecho y abdomen del joven.

Soltó un pequeño jadeo y ahora fue Mingjue quien bajaba los besos por el cuello y los hombros del muchacho. Wanyin, por supuesto, se dejó querer. Echó la cabeza hacia atrás mientras que metía sus dedos entre las hebras negras del mayor. Ambos estaban agitados y se acariciaban torpemente a la par de los besos. De vez en cuando sus labios volvían a conectarse.

- A-Cheng... -jadeó él en voz muy bajita y el menor lo calló con un beso en los labios. No quería que él dijera nada, porque no quería que nada arruinara el momento. Wanyin quería sentirlo, quería declararse suyo.
- solo hazlo -murmuró de vuelta y le besó un poco menos tierno que los anteriores besos.

Demon - MingChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora