Jugueteos 1/2 (16+)

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Nota: sexo oral, los dejo su riesgo eh

Perder la ropa era la parte fácil, sobre todo porque Darius era el único con ella. Incluso estar frente a su miembro lo era, grueso, oloroso y ... relamo mis labios, esta no es la primera vez que hago esto ¿Por qué se siente como si lo fuera?

Darius me está dando mi tiempo mientras busca en su propio cajón aceite, algo sobre la primera vez y el deslizamiento, no lo entiendo, aunque jugamos antes, él entendió muy bien que no estaba lista para que entrara en mi... con este cuerpo. ¿Se sentirá igual de placentero?

— Ey — siento una suave patada en mi pierna, oh me distraje demasiado.

Vuelvo a lamer su miembro, sobre todo la base, besos húmedos por toda la longitud, mientras mis manos bajan a sus bolas, un gemido largo escapa de él, perfecto, seguí besando hasta tener su miembro casi encima de mi cara y dar una lamida hasta la punta, jugando con ella y chupando cualquier rastro de pre semen, su cara roja y sus gemidos ahogados, sí, lo esto haciendo bien. Me ocupo de ir metiendo su miembro en mi boca, el único problema con el miembro de Darius y conmigo... mi boca es pequeña a comparación de su miembro.

— Galia... — lo oigo gemir, y aunque quiero ver su cara mientras hago esto necesito concentrarme, no ahogarme ya sabes.

Esto iba a ser lento asique me ocupe de masajear sus bolas mientras lo hacía, él era realmente sensible con ellas, tal vez debería chuparlas hasta que se corriera si quiero ponerlo en humor. Con su miembro ya a la mitad de mi boca, empiezo a apretar sus bolas con una mano, succionar su miembro y con mi mano libre masturbo su miembro.

— Mal... Maldita sea. Galia — gime de nuevo alzo un poco la mirada y... dioses, mi mira tan excitado, sus ojos verdes bien pudieron ser rojos ahora, oh eso me da una idea, saco hasta solo tener la cabeza de su verga en mi boca juego con la glande y chupo con fuerza mientras masajeo con más presión — ¡Ca... carajo! — grita y el realmente echa la cabeza atrás.

Mi sonrisa me duro poco, una mano pesada estaba sobre mi nuca ahora y empujaba mi cabeza más abajo, Darius me da una mirada, como si estuviera preguntando ¿está bien? Solo aprieto su muslo y asiento muy lento.

En segundos él ya está parado y yo tengo todo su miembro en mi boca, tomo mi cabeza con sus dos manos, y usa mi boca, siento un hormigueo mi luego lo humedad que se encierra entre mis labios, cierro los ojos, chupo asegurándome de apegar toda mi boca a la figura de su miembro, sus bolas golpean mi barbilla y no debería sentirse tan bien como se siente. Bajo mis manos hacia mi clítoris, había jugado con el antes, pero no mientras mi boca era usada por Darius, ¡No lo había hecho si quiera con Darius presente!

Acomodando mi cabeza y abriendo mis ojos, paso mis dedos entre los labios de mi vagina con rapidez, casi la misma que la de Darius con su miembro, gimo ahogado contra él... tal vez estoy un poco más caliente de lo que pensé, con la punta de mis dedos húmedos paso mi

— Voy... a llegar — gime Darius y eso es rápido, me enfoco un poco más en chupar, y no tanto en bajar mi mano para tocar mi clítoris, aun lo estaba haciendo, pero primero Darius.

No fue tan pronto como creí, seguí chupando y carajo, siento su miembro en la entrada de mi garganta ahora, carajo, pongo mis manos en mis muslos para no moverme tanto para atrás, aunque termino por... su verga está palpitando... carajo...

Sentí el semen directo en el fondo de mi garganta, trago lo que se desvía afuera, aunque es algo difícil con todo su miembro aun dentro de mi boca.

— Trágalo todo — suspira y su maldita voz ronca y madura me da un latigazo en la espalda.

Hago justo lo que dice, cuando saca su miembro toso un poco en el suelo, no, absoluto no, no voy a escupir nada, tapo mi boca, a pesar de los jadeos.

— Vamos a ver, ven aquí — su voz por muy varonil y ronca que sea siempre tiene ese cariño, dioses como amo a este hombre, me levanta por la cadera como tantas veces lo ha hecho pero esta vez me acuesta en la cama y se pone entre mis piernas.

— Carajo — susurro sonrojada, mojada, caliente y excitada, me pongo recta mi espalda cuando siento un suave beso en mi vagina, trago saliva.

Él me sonríe sardónico y divertido.

— N-No tienes que, — gemí, ¿se supone que sea así de sensible ahí abajo?

— No importa como seas, quiero comerte — dijo sin pensar posiblemente, porque ¿Quién diablos diría eso?, y el pareció darse cuenta de lo que dijo.

Seso cualquier movimiento, suyo o mío, yo estaba temblando un poco aquí, dioses santos realmente no debería reírme...

Darius suspiro y escondió su cara en mi muslo derecho.

— Solo ríete de una maldita vez — gruño y fue el menos peligroso que le he oído hacer.

Carajo si me reí hasta cansarme

Egoismo | Darius × GarenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora