Mito heroico: Historias alternas y Omakes

Omake Ala de vigilancia: Una reunión familiar.

¡Ay! Juro que quería escribir mi propio omake pero hay tantas ideas para elegir.
Podría hacer un pequeño tijeretazo para satisfacción.
Nota. Escribí esto en mi teléfono, así que si hay algún error o algo podría arreglarse una vez que llegue a mi computadora.
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Un reencuentro familiar.

 Para Hestia, estos últimos cien años han sido los mejores, desde la propia aventura de Bell hasta la propia aventura de su nieto en la mazmorra.

Con un pequeño suspiro nostálgico, Hestia comenzó a disfrutar de su pequeño sueño, su vida, la aventura que tuvo, incluso cuando la propia historia de Bell Cranel ha ido y venido, dejó una página en blanco para que su amada familia la llenara.

Lento pero seguro, se quedó dormida solo para ser interrumpida por una cara y una voz muy familiares.

"¡Diosa!" Un grito mismo seguido de pasos rápidos y varias disculpas rápidas cuando el nieto de Cranel abrió la puerta de la oficina, jadeando y claramente cubierto de sudor mordió en su rostro una sonrisa enorme y ciertamente brillante como el sol.

"Cálmate bien, pequeña bola de sol" Hestia puso sus manos sobre el hombro de Cranel para calmarlo, lamentablemente este gesto calmante se vio abrumado cuando Cranel se separó de los brazos de Hestia.

Mientras rebotaba un poco, sacó una copa dorada y se la presentó a la diosa.

"¡Lo encontré! Dijiste que el abuelo lo encontró en el calabozo... ¡así que fui al calabozo y lo encontré!".

Hestia sonrió suavemente mientras le daba palmaditas en ambas mejillas.

Creció escuchando la historia de su abuelo junto a los sirvientes, así como la historia de los héroes del pasado.

La diosa podía sentir que la nostalgia se deslizaba dentro de ella, tal es este pequeño Al-miraj de su familia.

"Claro, te ayudaré", dijo mientras la Diosa dirigía a Cranel a la cámara de invocación. Su caminata estaba llena de pequeñas charlas, en su mayoría Cranel, quien hizo preguntas sobre la vida de su abuelo como aventurero.

En la cámara, Hestia y Cranel empujaron una mesa para revelar el círculo, Cranel pudo sentir la marca roja en su brazo izquierdo crujir y chisporrotear un poco al reaccionar al círculo.

Como si hubiera hecho esto cien veces, Cranel extendió su brazo izquierdo y cerró los ojos, los susurros lo guiaron, permitieron que ayudaran al canto, un recuerdo empujado a su superficie, un recuerdo que pertenece a su padre y abuelo, ambos que llevan el la misma marca de un maestro, no, ellos son su familia, su familia al igual que los demás que conoció antes, desde la tía primo hasta Lily.

Cranel abrió la boca y cantó.

Deja que la plata y el acero sean la esencia.

Que la piedra y el archiduque de los contratos sean los cimientos.

Que el blanco sea el color al que rindo homenaje.

Que se levante un muro contra el viento que ha de caer.

Que se cierren las cuatro puertas cardinales.

Que gire el camino de tres bifurcaciones desde la corona que llega hasta el Reino.

Que sea declarado ahora; tu carne servirá debajo de mí, y mi destino será con tu espada.

Sométanse al llamado del Santo Grial.

Responde, si te sometieras a esta voluntad y esta verdad.

Aquí se hará un juramento.

alcanzaré todas las virtudes de todo el Cielo;

Tendré dominio sobre todos los males de todo el Infierno.

¡ Desde el Séptimo Cielo, asistido por tres grandes palabras de poder,

sal del anillo de la contención, protector del sagrado equilibrio!

El círculo de invocación estalló con magia cuando el canto terminó desde el círculo vacío, ahora se encuentra un sirviente vestido con una armadura blanca y una capa roja brillante de lana de salamandra de sus caderas cuelga una daga con una hoja roja brillante en su espalda.

El sirviente desenvainó la hoja y la clavó en el suelo antes de hablar.

"Soy un sirviente sable, bajo tu invocación he respondido a tu llamada". El sirviente de pelo blanco abrió los ojos "te pregunto, ¿eres mi amo?"
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Es un desastre, lo sé, usé el canto apócrifo porque me suena genial.

(TN: Saben, esto serviria como epilogo)