Una Familia

3

Era una mañana tranquila en el departamento era muy temprano aún y era fin de semana, Dabi abrazaba posesivamente a Keigo mientras el otro parecía una oruga envuelto en la sabana, de pronto escucharon el timbre sonar

—Ahg, hijo de puta el que venga a esta hora—Dijo Dabi despertándose poco a poco, Keigo solo se removió pero aún dormía, Touya le dio un beso en la frente y se dirigió a abrir la puerta

—Dios Touya su departamento es una locura—Su hermana mayor entró como un rayo, TODA su familia estaba en la maldita puerta a las 7am.

Parecía que a Dabi le estaba dando un tic en el ojo

—Pero que hacen aquí—Dijo Touya casi gritando

—No podemos venir a visitar a mi hermano—Dijo Natsuo 

—Por que hay tanto alboroto—Dijo Keigo entrando a la sala, al parecer las voces lo habían despertado, Touya amaba su aspecto mañanero, pero odiaba que lo hubieran despertado más en su estado.

—Amor, vuelve a la cama yo resuelvo todo con estos locos—Dijo lo último mirando mal a su familia quien solo quería echarse a reír

Ver a Touya tan cariñoso solo era posible con Keigo, y  muy pronto con otra personita

—Tranquilo estoy bien—Los dos se miraron, tal vez era hora decirles la noticia, por lo menos quizás así lo dejarían en paz por un tiempo, además Hawks ya entraba en la primera semana del 3 meses

—Uhg, aveces son tan empalagosos—Dijo Endeveor sentándose en uno de los sillones de la sala

—Tenemos algo que decirles, aunque no se si sea el momento apropiado

—Solo suéltalo Keigo—Dijo el padre de la familia.

—Vamos a tener un bebé—Dijeron los dos al unísono, Natsuo quien tomaba un vaso de agua desde la cocina escupió el agua, Enji simplemente creyó que era una broma, pero después de ver al resto simplemente se quedó en shock, Todoroki y Fuyumi los felicitaron y sonrieron.

—Otro nieto—Dijo Enji ya sintiendo el pesar de los años.

—Cuantos meses tienes querido—Dijo Fuyumi emocionada.

—Apenas tres, haré trabajo de oficina por mientras, es algo riesgoso si salgo como héroe, además Touya no lo permitirá—Dijo lo último riendo, aveces ese cara quemada era la voz de la razón del rubio.

 Ironico

—Pues felicidades, debo admitir que no esperaba esto de ustedes—Dijo Natsuo saliendo se su pequeño Shock limpiando con una toalla lo derramado 

Fuyumi dijo que la pareja necesitaba descansar, saco a todos a patadas de ahí lo cual Touya agradeció.

—Que quieres hacer hoy—Dijo Dabi conociendo muy bien la respuesta del rubio

—Sentarnos a ver películas con pollo y helado—Los dos sonrieron, los momentos como esos valían la pena.

La tarde estuvo normal, hasta que llegó la noche y las cosas cambiaron de rumbo.

Era casi medianoche, Keigo se levantó para ir al baño, Dabi aún dormía en la cama  hasta oír un quejido proveniente del baño, camino rápidamente hasta encontrar a Keigo desmayado en el baño con su mano en el estómago.

Todo su mundo se congeló en ese instante

Lo llevo tipo princesa al auto camino al hospital, tenía mucho miedo pero sabía que tenía que mantenerse tranquilo, Keigo solo despertaba una que otra vez soltando quejidos y sosteniendo su estómago 

—m-me duele —Touya besó sus nudillos para calmarlo, nunca había tenido más miedo en su vida

Cuando llegaron al hospitales se llevaron inmediatamente a Keigo a otra sala, Dabi espero p, según el, horas para que le dijeran que le pasaba a su esposo.

Fue un riego de aborto

Por suerte no había pasado nada, no había sangrando ni nada por el estilo pero la doctora dijo que tenía que descansar más que nunca, no podía hacer fuerza y muchas indicaciones más.

Su trabajo como héroe definitivamente estaría pausado por un tiempo.

Los dos salieron del hospital helados, Touya aún sujetaba a Keigo protectoramente, tenía que cuidarlo y lo sabía, el camino a casa fue silencioso al llegar a casa Hawks rompió a llorar, el pensaba que todo era su culpa, Dabi lo calmo y le dio mimos, le dijo palabras dulces y le acaricio la barríguita que definitivamente ya era visible sin ninguna prenda encima.

—Nuestro bebé es fuerte amor, recuerda eso—Mencionó Touya en un susurro, antes de que los dos cayeran dormidos en los brazos del otro.

Ese era su definición de hogar

Estar ahí en el otro en las buenas y en las malas, hasta lo que la vida les de.