Capítulo 5: Salud por eso

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Harry.
11 de agosto, 1998.
El caldero chorreante.

─ ¿Crees que esté enojada?

─ ¿Cómo voy a saberlo?

─ Es tu Hermana.

─ Es tu novia.

Ginny.
11 de agosto, 1998.
Casa de Astoria.

─ ¿Este vestido no se me verá muy ajustado?

─ Se te ve precioso.

─ Gracias, Tori. ¿Tú qué dices, Hermione?

─ ¿Ya le contarás a Harry?

De pronto, la sonrisa se me borró del rostro.

─ Ya lo haré. ¿Entonces...?

─ Prolongarlo solo será peor.

─ Sí lo haré, ¿bien?

─ Lo estás ignorando.

─ ¡Hermione, este es perfecto para ti! ─ Interrumpió nuestra conversación Astoria, mostrando un vestido celeste, sin mangas y un escote en forma de V.

Hermione pareció pensarlo demasiado antes de responder.

─ No, gracias, Tori. Prefiero ir con mi ropa.

─ Pero tu ropa es muy aburrida.

─ Te quedaría estupendo.

─ No...

─ Vamos, Hermione...

─ ¡Les he dicho que no! ─ Dijo levantando un poco la voz de manera decidida ─ Yo... Me tengo que ir.

Ambas quedamos atónitas ante su reacción.

─ ¿Qué...?

─ Creo que necesita ordenar sus prioridades. ─ Comentó Astoria aún con la boca abierta.

─ ¿Por qué se habrá alterado tanto?

─ Hermione es alterada.

─ ¿Será por lo mío con Harry?

─ No lo sé, Ginny.

Me quedé viendo por la entrada si Hermione volvía a aparecer y solo noté cómo se alejaba con pasos acelerados mientras se abrazaba a sí misma. Apreté los labios y aparté la mirada del vidrio.

Sin duda algo le pasaba.

─ ¡Tengo un vestido rojo que te puede encantar! ─ Chilló emocionada.

Astoria si había algo que le fascinaba era dos cosas: Coleccionar vestidos y la música clásica. Su cuarto lo dejaba ver muy bien. Gritaba su nombre por todos lados. Tenía un piano al lado de su puerta, fotos de diseñadores famosos, revistas y telas tiradas por todos lados.

─ Cariño, dejaste la puerta abierta y pensé en pasar...

Draco quedó paralizado al verme sentada en el sofá de Astoria. ¡Ja! Ahí tienes, rubio oxigenado.

19 Fotografías mágicas | Hinny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora