Conoció a un chico. Su nombre era Taran. Él era el príncipe heredero del Reino del Medio. El Reino del Medio no era tan poderoso como los otros cuatro, debido a su porción de tierra, pero ellos estaban felices con su Reino. Todos menos Taran. Él detestaba a su reino.
Taran y Beatrice eran muy diferentes, pero ambos querían lo mismo. Ser normales.
Los dos estaban cansados de tener que fingir que eran perfectos. Ninguno quería la corona. Solo querían pasar su día sin preocupaciones, sin asambleas, sin el peso de sus títulos sobre ellos. Querían vivir su vida, no la que sus padres les dictaban.
Estuvieron juntos toda la tarde, justo en el punto medio en que sus tierras se unían, la frontera. En aquella pacifica barrera.
No lo supieron entender en ese momento, pero ellos serían la solución para todos sus tormentos. Sin darse cuenta, ambos, luego de unos días de castigo, comenzaron a extrañar ese momento de paz que sintieron.
Entonces volvieron a escapar.
Ninguno esperaba encontrar al otro, aunque lo deseaban. Lo deseaban demasiado. Es como si sus almas estuviesen conectadas, y sus vidas destinadas a cruzarse.
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Una historia de Fuego y Estrellas
Short StoryCinco Reinos. Una princesa y un príncipe. Un amor prohibido. Un plan.