Entramos al departamento de ellos y es todo tal cual me lo imagine. Blanco impoluto, minimalista, con un sillón enorme de cuero negro, es el típico departamento que ves en las películas y pensas Necesito vivir ahí, eso mismo que te estás imaginando ahora mismo.
El aire se puede cortar con un cuchillo, nunca había sentido tanta tensión sexual en un solo lugar por parte de cuatro personas.
Los chicos se van a la cocina a preparar unos tragos y con Julia nos sentamos en el sillón sin hablar solamente nos miramos, de arriba abajo, lento. Mi cabeza va a mil por hora imaginandomela desnuda debajo mío, besando cada rincón de su cuello, bajando hasta llegar a sus pechos con el tamaño perfecto, la forma perfecta besandolos, pasándole mi lengua y continuar mi camino por su torso hasta llegar ahí, ese maldito lugar que me esta quitando el sueño. Nunca creí que me iba a gustar hacerlo, siempre me dio como impresión, sentia que no iba a saber como darle placer a una mujer pero en el momento en que posé mis labios y comencé a mover mi lengua sentí que había nacido para eso, se siente suave, húmedo, es simplemente perfecto, la respuesta del cuerpo de Julia a cada lamida era perfecta, su cintura curvando, sus labios entreabiertos dejando salir sus gemidos...
En el momento en que comencé a darme cuenta que me estaba mojando, excitando de más llegan los chicos entre risas de la cocina con los tragos y me hacen darme cuenta que estaba totalmente perdida en mis pensamientos. Julia me sonríe de costado como sabiendo en lo que estaba pensando y dándome a entender que ella estaba pensando lo mismo.
Nos acomodamos todos en el sillón y Julia se sienta bien cerca mio, al lado suyo Lucas y David en la otra punta y seguimos charlando de la vida tomando algo. Mientras David está contando algo que no estoy escuchando sobre su última cirugía, Julia pone su mano en mi pierna desnuda y empieza a acariciarme justo hasta el borde de mi vestido, sube y baja la mano por mi pierna moviendo sus dedos y yo puedo sentir como mi respiración va aumentando, el calor me sube desde mi entrepierna hasta la cara. Ella me mira haciendo contacto visual y siento como con sus ojos me pide permiso, tragando fuerte asiento con mi cabeza y siento su mano tocándome por encima de mi ropa interior.
Busco a Lucas con la mirada como para dejarle saber que esto estaba pasando y veo que el ya me está mirando, está mirando como Julia me toca cada vez más rápido y como yo no puedo evitar gemir ante esto. Puedo ver cómo se va formando una Nunca creí que me iba a gustar hacerlo, siempre me dio como impresión, sentia que no iba a saber como darle placer a una mujer pero en el momento en que posé mis labios y comencé a mover mi lengua sentí que había nacido para eso, se siente suave, húmedo, es simplemente perfecto, la respuesta del cuerpo de Julia a cada lamida era perfecta, su cintura curvando, sus labios entreabiertos dejando salir sus gemidos. en su pantalón al igual que con David. Ambos miran muy concentrados el espectáculo que estamos brindándoles. Ella me abre mas las piernas y me pone de costado para que los chicos puedan ver desde todos los ángulos lo que está por hacerme, me quita la ropa interior y va introduciendo sus dedos en mi, los mueve de una manera que nunca antes había sentido, siento como todo mi interior se tensa, voy a explotar de placer hasta que su lengua golpea mi clítoris y me dejo ir. No había sentido un orgasmo como este, siento la electricidad hasta en la punta de los pies.
Julia se sube arriba mio, nos comenzamos a besar desaforadamente y en un arrebato de valentía les digo a Lucas y a David que se besen, nunca me imagine que eso podía excitarme pero tampoco lo que estoy haciendo con Julia y nunca estuve asi en mi vida. Ellos me miran con cara de sorpresa pero se miran y comienzan a besarse, es lento pero firme su beso,entrelazan las manos en el pelo y se siguen besando, siguen ensimismados en su beso y con Julia nos miramos y vamos cada una delante de la pareja de la otra y comenzamos desvestirlos de la cintura para abajo y nos llevamos sus miembros a la boca.
Los gemidos resuenan en mis oídos hasta que David se para y nos indica donde es la habitación. Tienen una cama grande espaciosa donde cabemos los cuatro y ahí comienza la aventura, hacemos posiciones que nunca creí posibles, combinaciones que nunca creí que iba a ver, entre los cuatro no dejamos ningún centímetro de la piel del otro sin lamer, no hay ningún tipo de regla, durante horas nos dejamos llevar, perdí la cuenta de la cantidad de orgasmos que tuvimos.
Exhaustos, intentando recuperar el alientos nos recostamos en la cama en una montaña de cuerpos, sin mediar palabra de por medio hay manos que acarician el cuerpo del otro, pequeños roces con los pies hasta que el cansancio me gana y me dejo llevar el sueño.
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Luna de miel
RomanceNunca pensé encontrarme en esta situación. Son cuatro los cuerpos, son cuatro los gemidos, son cuatro los orgasmos. Si las lunas de miel son para dos, ¿Porque en mi cama somos cuatro?