Querido profesor

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Charlotte Katakuri estaba supliendo a su hermana mayor como profesor de lengua, jamás imagino tener que enseñar a un niño que le coquetería sin imaginar lo que ocurriría al finalizar la clase.

El día empezó mal para Katakuri, en primer lugar su hermana le había pedido que la sustituyera durante sus clases de lengua en la secundaria, la amaba, pero odiaba socializar, después Craker se había terminado sus donas y por último ninguno de sus supuestos alumnos prestaba atención a su clase.

-Suficiente, si no prestan atención es por que ya saben este tema, así que tendrán un exámen- dijo Katakuri viendo a los alumnos sin inmutarse.

-Otro? Con este ya llevamos 6 en menos de dos dias- se quejo un pelinegro que toda la clase había estado dormido.

Katakuri se sorprendió al ver que estos chicos no se sorprendían, recordó que Compotte había mencionado que tenía una clase de chicos dotados, pero jamás pensó que fueran tan vagos como para dormir a mitad de la clase.

-Al menos me hubieras avisado que eran vagos e irritantes- pensó Katakuri al ver que el niño pelinegro le guiaba un ojo.

-Genial, todo por tu culpa idiota- se quejo un alumno pelinegro con ojeras bastante pronunciadas que leía un libro de medicina avanzada.

-Eso es mentira Torao- defendió Luffy.

-Jódete, todos nuestros problemas son tu culpa- gruño una pelinaranja golpeando al Mugiwara con un libro.

-Basta, a sus asientos- ordenó Katakuri.

Todos revivieron hojas dadas por el profesor y escribieron un ensayo de las múltiples lenguas habladas en el continente, pero para sorpresa de Katakuri si eran inteligentes todos lo terminaron en menos de diez minutos, al mismo tiempo lo cual lo llevaba a preguntarse como era que estaban en castigo si eran prodigios.

-Termine- dijeron todos levantando sus hojas.

-Yo lo hice primero- dijeron nuevamente.

-No, yo lo terminé primero- dijeron nuevamente.

Antes de que Katakuri pidiera los ensayos toda la clase estaba lanzándose todo lo que tuvieran a la mano.

-¡Basta!- ordenó Katakuri siendo ignorado.

-El viejo viene- advirtió Luffy y todos se sentaron en silencio de inmediato.

-Se puede saber cual es el escándalo?- pregunto el director Sengoku.

-Nada- dijeron todos sin apartar la mirada de sus ensayos.

-No obedecen- dijo Katakuri cuando el anciano lo vio pidiendo una explicación.

-Malditos mocosos, estarán castigados por todo el mes- gruño molesto Sengoku.

-Fue culpa de Mugiwara- dijo Kid.

-Termine primero- dijo Luffy encogiendose de hombros.

-Todos están castigados- dijo Sengoku cerrando la puerta de un golpe.

-Genial, otro mes más- dijo Zoro.

La campana sono y todos salieron menos Luffy.

-Vayan, iré luego- dijo el pelinegro.

Todos salieron, pero la chica pelinaranja le dio algo al pelinegro.

-Cuídate, no queremos otro intento de asesinato en la escuela- dijo la pelinaranja saliendo del salón.

Luffy cerró con seguro la puerta y se acercó a su profesor.

-Tienes alguna pregunta?- pregunta Katakuri con extrañeza.

-Me gustas- dijo Luffy.

-Niño sal ahora- ordenó Katakuri.

-Nop, me gustas, te gustan las donas y tienes muchos hermanos menores, Compotte sensei es tu hermana mayor- dijo Luffy sentándose en las piernas de Katakuri.

El pelimagneta frunció el ceño ante en atrevimiento del niño, no podía negar que el niño era sexy y su fachada de inocencia lo hacía más deseable.

Katakuri jamás pensó que suplir a su hermana lo llevaría a tener sexo con un niño de 16 años en el salón de clases.

One Shot'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora