Tama deseaba saber quien había sido el alfa tan cruel como para jugar con los sentimientos de su amada madre y después de mucho investigar lo descubre... sus padres solo se habían acostado en una borrachera y por eso su padre no sabía de su existencia... nadie le dijo que seria tan sobreprotector y la consentiria tanto.
-Estas segura?- pregunto Otoko.
-E-Eso creo, dijeron que aquí esta mi padre- dijo Tama viendo el edificio frente a ella.
-Bueno preguntemos- dijo Otoko.
-Disculpe señorita, se encuentra el señor Charlotte Katakuri?- pregunto Tama a la secretaria.
-El señor Charlotte está en una reunión muy importante- respondió la mujer sin verla.
-Oh... esta bien- el ceño fruncido de Tama demuestra su molestia, después de todo fue consentida por toda su familia desde su nacimiento, así que tomó el teléfono de la secretaria y anotó el contacto de quien era su padre.
Ambas adolescentes salieron del edificio y se encontraron con una de las personas que menos querían toparse.
-Padre- dice Otoko con un leve temblor.
-No se supone que están en la escuela?- pregunta Zoro al ver a su hija y su sobrina.
-Eh... las calles se movieron?- dice tímidamente Tama.
-A Luffy no le gustará saber que faltaste a clase sin razón alguna, sabes que le molesta que te saltes clases si no es para entrenar o pelear y hoy no hay peleas programadas- dijo Zoro.
-Tío Sanji no te había prohibido llegar a casa lleno de sangre?- pregunta Tama viendo que el saco de Zoro tenia manchas de sangre.
-No te vimos y tu no nos viste- dice Otoko.
-No lleguen tarde para la cena- dice Zoro alejándose.
En otro lugar de la ciudad.
-Que han descubierto?- pregunto Katakuri.
-Regreso a la ciudad hace un mes y tiene una niña de 14 años- dijo Brulee mostrando la fotografía de un pelinegro y una pelimorada en el primer día de secundaria.
-Quien es el padre?- pregunto Katakuri.
-No lo sabemos- respondió Brulee.
-Cual es su nombre?- pregunto Katakuri con interés.
-Monkey D Tama, tiene 14 años, sus pasatiempos son las peleas callejeras que los Mugiwara programan, dibujar y tiene prefiere las donas sobre el resto de dulces- dijo Brulee.
En ese momento el celular de Katakuri sono y uso el altavoz, colocándolo en la mesa.
-Hablo con Charlotte Katakuri?- pregunto la voz de una niña.
-Quien habla?- pregunto Katakuri confundido, no cualquiera fuera de su familia conseguía su número personal.
-Yo pregunte primero- dijo la niña.
-Vuelve aquí pequeña perra, devuelve eso- escucharon los presentes gritar a un hombre.
-Te dije que era mala idea- hablo otra niña.
-Situaciones desesperadas, medidas desesperadas- dijo la primera niña.
Varios balazos son disparados y Daifuku alza una ceja.
-Idiota, mamá me matara si mi uniforme se arruina- grito la primera niña.
-Nos están disparando y eso te preocupa?- pregunta esta vez un chico.
