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Eres incluso mejor de lo que esperaba . . .
La mañana apenas había comenzado.
El albino se levantó de la cama, con cuidado de no despertar a su pareja.
Y esa misma manera salió de la habitación para meterse al baño, al pararse frente el espejo, se sonrojó fuertemente al ver las marchas en su piel, entre mordidas, rasguños y chupetones, todos estos marcandose con suma claridad en su blanca piel.
El chico sabía que hablar de más con esas jovencitas, lo iban a sentenciar, pero ya no importaba, amaba verla celosa, y poder sentirla de esa manera, era sumamente exquisito, sin decir exitante y reconfortante.
Al terminar de hacer sus necesidades, salió de baño, ya vestido, optando por una camisa de cuello alto y mangas largas, en dirección a la cosina, para preparar dos tasas de café, mientras le daba oportunidad a su pareja de levantarse
Shirou miro por la ventana, el día estaban bastante frío, por lo que rio sabiendo las consecuencias de ello.
Una vez listo el café, lo sirvió en dos tasas, para ir de nuevo a la habitación.
Al entrar, la morena aún se removía entre las sábanas, sintiendo un frío bastante fuerte.
Ella no era de estar en esos climas de nieve, para nada, lo suyo era el sol, el campo, incluso la arena, todo lo relacionado al verano, pero no pudo rechazar la invitación de su novio, a quedarse unos días con él.
En la universidad les había dado unas semanas de vacaciones, y el chico vio la oportunidad perfecta para invitarla a su hogar, el cual estaba en una de las zonas más tranquilas de todo Hokkaido, contando además con una hermosa vista, y una increíble Vista de las montañas llenas de nieve y unas hermanas puestas de sol
—Arriba dormilona.. —Llamo con voz dulce, dejando las tazas de café a un lado en la mesita— Tenemos cosas que hacer..
—¿Estas conciente del frío que está haciendo? –Preguntó la morena, mientras se enrollaba en las sábanas— No quiero salir de la cama..
–Pues si, claro que estoy conciente.. –Rio sentandose en la cama– ¿Pero recuerdas a quién iremos a ver hoy?
Rika lo miro por unos segundos, tratando de recordar a quién se refería, y porque a ella le tendría que importar tanto a quién verían hoy, Pues con todo lo que había pasado en dos días, el resto de planes realmente se le había olvidado
–El pequeño Yukimura de seguro está ansioso.
–¡YUKI! –grito de pronto, saltando de la cama para correr al baño.
El albino rio, tomó su taza de café, comenzando a beber de ella, mirando hacia las colinas, estaban bastante llenas de nieve, su novia lo golpearía por eso.
–¡SHIROU FUBUKI! –grito la morena desde el baño, y en pocos segundos entro a la habitación en ropa interior, haciendo sonrojar al chico, quien no esperaba aquello– ¿¡Se puede saber por qué me has hecho esto!? –Preguntó con molestia, señalado su cuello.
El Albino se avergonzó a más no poder, aveces simplemente no podía con tanto, pero si de algo estaba seguro, era que verla con eso era plenamente satisfactorio.
–Pues... –Se levantó, quitándose la camisa– Tu tampoco jugaste muy limpio que digamos.
Rika se Sonrojó al mismo tiempo que se marchaba, dejando al albino con una sonrisa plena.
Por los momentos había sido un empate.
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Sisisisisi
Ya se que está corto, pero vienen más, lo estoy compensando en el resto.
