La Guerra de las Plumas

15 - Huye

Notas del cap:

Hablando de habilidades sacadas del culo XD ok no... pero de todos modos, lo sigo sintiendo así... sea como sea, espero sea de su agrado 7w7

¡A leer!

15 - Huye

Dirigió su mirada hacia el tubo que contenía sus alas inquietas removiéndose. México se acerco, viendo que, como si sus propias alas tuvieran mente propia, se removían aun mas inquietas mientras el latino estaba más cercas. Eso era nuevo, pero debía de centrarse. Encontró relativamente cercas de su propio contenedor un panel donde venían algunos detalles sobre sus propias alas, no termina de comprender todo pero, encuentra que hay un cable unido tanto a la pantalla como a la capsula. Luego de arrancarlo, la pantalla se apaga y el cristal que encerraba sus alas baja para dar libertad a las alas que, desapareciendo en un halo de luz, parecen unirse a las alas del mexicano que, sorprendido, de pronto, siente una curiosa ligereza en su espalda

Si, siguen siendo solo dos alas, no es que ya tenga 2 pares de alas, solo es que siente sus alas más ligeras y tal vez un poquito más grandes. Sorprendido, se acerca ahora a la siguiente capsula, hace el mismo proceso, arranca el cable que une a la pantalla con el contenedor y el contenedor baja para que el latino esta vez pueda acercarse a las alas que, ante su sorpresa, se vuelven un halo de luz que bruscamente se dirige hacia las alas del mexicano. Sorprendido, descubre que entre sus plumas, una en particular, luce de un color dorado brillante

Mientras observa la pluma unida al resto del ala, brillando en un color dorado, el recuerdo vago de México sobre el águila dorada que había en el escudo de Kazajistán le hace mella por un momento. El siguiente par de alas que llama su atención, son unas blancas con un degradado en gris bastante llamativo pues parece un gris azulado

Luego de abrir el cristal que los encerraba, las alas se iluminan y vuelan al ala izquierda del mexicano, ahora, una pluma blanca con degradado en gris azulado aparece como impropia de sus alas chocolate. El latino observa la pluma y de pronto, se siente afortunado. El temía que tuviera que llevar todas las alas encerradas en un contenedor grande (mas grande que su cuerpo) tal y como el que le vio portar Vati cuando lo ataco en una de las sedes de ONU pero ahora que son una pluma más que podía arrancar de sus alas, un sentimiento de alivio, calma y mucha suerte, le embriaga

Corre para obtener las últimas tres alas que le hacen falta y ahora, con plumas de colores ajenas a sus propias alas, México desaparece sus alas y con cuidado vuelve a la ventilación intentando dejar las rejas del mismo modo para no llamar la atención

Se mueve, tan rápido puede, volviendo a encontrar la ventilación que da hacia la habitación donde tenían herido a Vaticano. Los gritos se habían detenido en algún momento que México no había pensado por estar concentrado en las alas; de algún modo lo agradece aunque se siente una mierda por ignorar al country; aun así, siente cierto alivio cuando solo encuentra en la habitación a Vaticano y nadie más. Bueno, antes de entrar, descubre una cámara apuntando directamente a Vaticano

Para suerte del latino, la cámara se encuentra perfectamente posicionada a modo de que solo se vea Vaticano y no la respiración por donde él estaba mirando así que, usando su cuerpo, liberándose de la ventilación, consigue tirar la cámara de una patada y caer al suelo. Vaticano pega un brinco, las heridas que habían sido creadas por las personas se estaban cerrando tan lentamente que no era normal, además, alguna aun sangraban creando en la base donde el country estaba de pie, un horrible charco de sangre que incluso hizo tener arcadas al mexicano cuando por fin percibió más claramente el aroma a la sangre del country

—Vaticano —hablo en susurros el mexicano mientras buscaba mover el único hombro no herido del country. Ambos sueltan un quejido de sorpresa. Vaticano trata de hacerse hacia atrás, asustado de pensar que ya habían regresado para seguir castigándolo, pero, su miedo se vuelve terror cuando descubre que se trata de México... no puede hablar, solo soltar quejidos llenos de miedo y tratar de hacerse hacia atrás. México cubre su boca con una mano y, simulando el clásico gesto para que no haga ruido, se dirige a una de las muñecas de Vaticano para liberarlo, luego de conseguirlo, libera uno de sus pies, ayuda a Vaticano a arrodillarse en el suelo mientras el latino continua desatando su otra muñeca y tobillo— Vaticano ¿Puedes moverte? —susurra cercas de su oído, pero, el country que yacía totalmente recargado sobre el hombro y cuerpo del mexicano, no puede ni siquiera hablar, solo da suaves negatorias mientras su consciencia se balancea cada tanto en la inconsciencia