¿Mi novia es una bruja? | Mn & Sn

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—Myoui Mina y Minatozaki Sana son el equipo 6, su tema es la revolución industrial.

En cuanto Sana escuchó su asignación sintió como si el cielo se oscureciera y las nubes negras aparecieran, y como si todas las miradas estuvieran sobre ella. Su molestía apareció de inmediato. Era increíble, la profesora de historia la había emparejado con la rara del salón para hacer un proyecto. Sana se giró para ver a sus amigas y fingió llorar, las chicas solo se burlaron de su infortunio. Sana se estiró un poco para tratar de ver que es lo que estaba haciendo Mina, pues ella se sentaba al final del salón en una esquina. Y como lo esperaba, Mina estaba haciendo algo raro, Mina jugaba con su lápiz logrando que estuviese de pie por unos segundos sin necesidad de que algo lo sostuviera. Sana gritó internamente, pero al final se resignó.

Sana tomó sus cosas con pereza para sentarse al lado de Mina. Mina al verla sólo sonrió dulcemente, cosa que no le agradó a Sana, pues sabía que Mina tenía un crush en ella, ya que siempre dejaba paletas de cereza en su asiento, Sana siempre los comía a escondidas y fingía que los desechaba, pero Mina sabía que ella los comía.
Quizás a Sana le gustan los dulces que Mina deja, pero no le gusta el hecho de que todo el salón piense que Mina deja esos dulces para atraer a Sana "mágicamente", pues se creía que ella era una bruja.

Todos sabían que la chica era rara, es decir; usaba sudaderas grandes que cubrían sus manos, de hecho, Sana nunca las había visto. La japonesa solía estar la mayor parte del tiempo encorvada y con el cabello cubriendo su rostro, siempre vestida de negro y con faldas largas. Se podía decir que Mina era emo o tal vez gótica, pero todos creían que era una bruja. Aún recuerda la vez que la pelinegra controló, por así decirlo, el humo de un incienso. Era lo más paranormal que había hecho, pero la gente le suele atribuir los accidentes que le suceden al grupo. Y Mina siempre tiene una mirada sombría y atemorizante si la volteabas a ver, pero Sana nunca había visto esa mirada.

Ella solo es algo diferente. Solo porque se viste como si estuviera de luto todo los días. Pero podría ser su largo, negro y felino delineado en sus ojos lo que la hace ver algo agresiva, y quizás por sus labios delineados con un tono negro y rojo en el centro consiguen hacer que parezca que de esos labios saldrán las peores maldiciones.

Cuando Sana se sienta a su lado ve el rostro tranquilo de Mina, quien usaba unos audífonos de aquellos enormes que pesan demasiado y no dejan pasar el ruido— ¡¿Qué?! —Sana le pregunta de una manera grosera y descortés ante la mirada curiosa de la joven. Mina se sonroja y baja el rostro, Sana decide ignorarla, minutos después de total silencio se escucha la suave voz de la Mina— ¿haremos el trabajo en tu casa o en la mía?.
Sana lo pensó por unos segundos, tenía curiosidad de saber cómo era la casa de Mina, sería sombría y lugubre como su atuendo o cálida y agradable como sus ojos. No lo sabía y tenía que averiguarlo.

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