¿Mate?

CAPÍTULO TRECE.

Bajo las escaleras con mi mochila colgada al hombro, Ethan, Patrice y Tayler están en la entrada, hablando animadamente. Sonrío un poco al ver que mi amiga se ha cambiado el atuendo, lleva sus shorts con una camiseta holgada, significa que ganó la discusión.

Cuando mi mirada conecta con la de Ethan un rubor cubre mis mejillas, haciendo que el me sonría de lado.

— Que guapa — elogia mi amiga sonriendo. — vamonos ya, que llegamos tarde por tú culpa.

— ¿Mi culpa? — pregunto apuntandome. — estoy aquí justo a tiempo.

— Te has tardado más de 20 minutos — comenta Ethan alzando sus cejas divertido.

— ¿Lo hice? — pregunto.

Patrice rueda los ojos y Ethan ríe con diversión.

— Vamonos ya — dice Ethan, cuando me tiende un casco mis ojos se abren mucho, veo a Patrice tomar el suyo con naturalidad mientras sigue a su novio. — ¿Todo bien?.

— Nunca he subido a una motocicleta — aclaro nerviosa.

— Siempre hay una primera vez — sonríe Ethan. Entonces se acerca y me coloca el casco de forma cuidadosa. — Prometo que conducire con mucho cuidado.

Suspiro, sigo a Ethan y subo después de el a la motocicleta. El toma mis brazos y me hace rodearle la cintura con ellos.

— No me sueltes — susurra. Asiento nerviosa, su motocicleta enciende y emite ese sonido que me hace apretar aún más a Ethan, el ríe un poco antes de arrancar a toda velocidad.

(...)

Cuando logramos llegar a la universidad, soy la primera en bajar de la motocicleta. Me quito el casco con rapidez y miro a Ethan con una sonrisa.

— Eso si que fue...— tomo aire. — divertido.

Ethan baja riendo, se acerca a mi y rodea mi cintura con uno de sus brazos. Sonríe un poco antes de acortar la distancia entre nosotros y besarme.

Diablos, desearía que esto no se sintiera tan bien.

Unas risas interrumpen nuestro — increíble— beso. Nos separamos y miramos el mismo punto, un grupo de hombres que han bajado de una camioneta. Rápidamente reconozco las marcas en sus muñecas recordando aquella noche en el aeropuerto. Ethan me acerca a el de forma instantánea.

— Mira eso, un día trata de huir y al otro esta besandote — se burla uno de los hombres. — ¿Que sigue? ¿También la vas a mat...?.

— Detente — gruñe Ethan, me quedo inmóvil tratando de escuchar la conversación. — y vete, ahora.

— No voy a irme a ningún lado — asegura el chico acercándose a Ethan. — pagaras la vida de Elena, encontraremos la manera de que pagues todas y cada una de tus malditas fechorías.

¿Elena? ¿De qué demonios hablan?

— Elena jamás me perteneció — Ethan gruñe. Entonces el chico intenta golpearlo y es detenido por sus propios compañeros.

— ¿Y ella si? ¿Por qué no veo su marca? — grita burlón. Las miradas de todos comienzan a caer sobre nosotros. — por qué tampoco te pertenece.

Ethan gruñe con fuerza e intenta abalanzarse sobre ellos, Patrice y Tayler aparecen a tiempo, el pelirrojo rápidamente lo detiene y comienza a decir que ese "no es el lugar".

Los hombres suben a su camioneta no sin antes darme una mirada, una que expresa tanto odio y repulsión que me hace sentirme mal conmigo misma.

— ¿Estás bien? — pregunta mi amiga alarmada. Asiento aún mirando como la camioneta desaparece. — Carly, estas más pálida de lo normal, ¿de verdad te sientes bien?.

Niego un poco con la cabeza apretando la mano de mi amiga. Ethan se acerca a mi rápidamente.

— Tus heridas sangran, Carly — susurra mientras intenta detenerme para que no caiga. — Tranquila, te llevare a casa...

Eso es lo último que escucho antes de comenzar a ver todo negro.