CAPÍTULO DOCE.

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El sonido de el despertador me hace fruncir el seño y estirar mis piernas que estaban flexionadas, el calor que siento en mi espalda y el brazo alrededor de mi cintura me hacen saber que Ethan sigue durmiendo a mi lado. Sonrío levemente mientras me giró aún en sus brazos, el esta despierto, mirándome con una pequeña sonrisa en su rostro.

— Buen día — susurra mientras uno de sus dedos sube y baja por mi costado. — ¿Lista para volver a la universidad?.

— Algo — susurro rodando los ojos divertida. — ¿dormiste bien?.

— Mejor que nunca — admite y acaricia mi cabello. — ve a bañarte, traeré el desayuno.

Asiento y me pongo de pie de manera perezosa, se que el ha salido de la habitación cuando escucho la puerta azotar contra la madera. Entró a la ducha y me retiro con cuidado los vendajes que cubren mis heridas, veo que están cicatrizando de manera correcta y que los puntos que me han hecho probablemente estén listos para ser retirados.

Después de tomar mi ducha habitual, salgo de la habitación envuelta en mi bata de baño. Me dirijo al closet y observo cuidadosamente cada prenda en el. Tomo unos jeans ajustados y una playera de los Beatles que supongo quedará perfecta.

La puerta se abre abruptamente, me giró asustada y veo a Patrice tirarse a mi cama, lleva un abrigo enorme que cubre hasta sus tobillos.

— ¿Está helando afuera y no me enteré? — bromeo mientras le doy la espalda para ponerme mi ropa interior debajo de la bata.

— Taylor es muy celoso — rueda los ojos y resopla. — trate de usar unos shorts para la universidad y se puso cómo loco, de verdad, cómo loco.

Río levemente mientras me quito la bata y camino hacia el baño para dejarla junto a la ropa sucia. Vuelvo a la habitación y aún en ropa interior me tiro al lado de Patrice.

— Así que la solución fue usar esto — acaricio su abrigo. — en lugar de unos jeans, hmm... interesante.

— ¡Lo intenté! Pero el cree que... agh, no sé para qué lo explico, solo suena más tonto — asiento risueña, ella mira hacia todos lados. — tu habitación si que es grande, más grande que la mía.

— Es la habitación de Ethan — aclaro girandome para quedar boca arriba. — tiene buen gusto — Patrice asiente dándome la razón. — no se dónde estuvo durmiendo todas estas noches pero si que debió haber extrañado su cama.

— ¿Cómo? — pregunta mi amiga enderezandose un poco. — ¿Ya duerme aquí, contigo?.

— Solo durmió aquí anoche...

— ¡Ay mierda, ¿ya cogieron?! — pregunta abriendo mucho sus ojos.

— ¿Qué? ¡No! — río mientras le arrojo una almohada.

— Vamos, admitelo — golpea mi hombro y sonríe enorme. — se acostaron.

— No fue así — río nuevamente. — solo dormimos, y ya.

— Cogieron — asegura apuntandome.

Abro la boca para responder, al mismo tiempo Ethan entra a la habitación seguido de su hermano Adam, quien carga el desayuno consigo.

¡Mierda, sigo en ropa interior!.

Rápidamente me cubro con las sábanas, Patrice jadea de la impresión mientras se pone de pie, Ethan tiene el seño fruncido y su hermano tiene una mano cubriendo sus ojos.

— ¿Puedo preguntar por qué...? — se que contiene su molestia por que habla con los dientes apretados. Trago saliva y miro a Patrice quien rápidamente se despide.

— Es qué somos... muy confianzudas sabes — dice sonriendo inocente. — te veo en la escuela Carls — dice antes de salir de la habitación por completo.

— Creo que... vuelvo cuando... ya sabes... haya más ropa en su cuerpo — dice Adam, se gira aun con los ojos cubiertos por su mano y sale de la habitación.

— No puedes... pasearte por la habitación semi desnuda — Ethan me mira fijamente. — menos sin poner un seguro antes. Puede haber una emergencia, un simulacro, algo en lo que tengas que salir rápido y tú...

Muerdo mi labio inferior, quiero reír, pero también quiero meter mi cabeza en la tierra y no sacarla de ahí nunca.

La mirada de Ethan es tan intensa, me mira fijamente, incluso siento que puede ver debajo de las sábanas.

Ethan se acerca lentamente, me quedo inmóvil mientras el poco a poco se posiciona sobre mi a horcajadas, muerdo mi labio nuevamente mientras lo veo fijamente, sus ojos están fijos en los míos y de un segundo a otro su mirada va directo a mis labios, el recuerdo de el primer día aquí me invade, un calor agradable se forma en mi vientre bajo mientras Ethan acorta la distancia entre nuestros rostros y por fin, me besa.

Sus labios son lentos, cuidadosos, inmediatamente siento un hormigueo en mi piel cuando una de sus manos toma mi cintura por encima de la tela y me aprieta aún más junto a el, nuestra cercanía me permite sentir su bien formado cuerpo, una de mis manos sube por su brazo y llega hasta su mejilla, tomándolo con suavidad y manteniendolo cerca.

Probablemente debería detenerme ahora, pero la sensación es tan jodidamente agradable que me niego a mi y a mis principios hacerlo.

Ethan quita las sábanas en un movimiento rápido, entonces mi piel desnuda entra en contacto con sus fuertes manos, que me acarician con suavidad y tanta cautela que es desesperante y al mismo tiempo es excitante.

El sonido de la puerta siendo golpeada me hace abrir los ojos de golpe, Ethan gruñe y detiene sus caricias un poco, nos quedamos unos segundos en silencio, nuevamente el sonido nos interrumpe, a lo cual Ethan maldice bajo mientras se retira de mi. Siento un vacío cuando dejo de sentir su calor sobre mi. Rápidamente me pongo de pie y camino hacia el baño.

— ¿Que diablos te pasa? — susurró viéndome al espejo.

Me pego a la puerta cómo buena chismosa, solo para escuchar cómo Ethan reprende a su hermano por interrumpir. Segundos más tarde escucho como cierra la puerta de nuevo. Sus pasos se acercan al baño así que me despego de la puerta.

— ¿Carly? — me llama tocando la puerta.

— ¿S-si? — pregunto tragando saliva.

— Toma tu ropa — dice bajo, me acerco a la puerta y la abro un poco, la mano de Ethan me extiende la ropa que ya había seleccionado, la tomó y cierro de nuevo la puerta, para vestirme con rapidez. — iré a... ducharme, te veo abajo en veinte minutos. Deje el desayuno en tu cama.

— Claro, gracias — respondo.

Escucho sus pasos alejarse y después la puerta, suspiro recargandome en la puerta.

Que mañana acabo de tener.

¿Mate?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora