El Padrino - Junhao (Jun & Minghao de Seventeen) [Adaptación]

Capítulo 2

—No lo sé, Minghao —Sakura grita sobre el ruido de la banda musical que audiciona para tocar en la boda—. Creo que no has pensado detenidamente.

Minghao suspira, lo cual es imperceptible debido al ruido. Soonyoung recomendó esta banda después de escucharlos en una boda.

—Ya hablamos de esto muchas veces. ¿Hasta cuándo me darás este condenado sermón?

Sakura acerca su silla mientras la banda comienza otra canción. En este salón vacío, con solo Minghao y Sakura como audiencia, la música resuena tan fuerte que les provoca dolor de cabeza.

—Ya sé que no dejo de repetirlo —le dice ella mirándolo a los ojos—. pero es porque me preocupo por ti. Apenas lo conoces.

Minghao lo conoce lo suficiente. Suficiente como para casarse. Siente que es correcto. Al menos, eso es lo que cree. Que es correcto y lo ama. Realmente no hay razón alguna para no casarse. Soonyoung le ha dado mucho, cambió su mundo en tan solo meses. Apenas puede creer lo diferente que es su vida ahora.

—Sé lo que estoy haciendo, Sakura —está a punto de comenzar con otro discurso defensivo para explicar porqué la boda tiene sentido, en ese momento su teléfono vibra y lo distrae. Es un mensaje de Soonyoung.

¡Lo he localizado! Llegará el sábado. Besos.

Minghao no le da la importancia que probablemente debería. Está contento por Soonyoung, claro. Él tendrá a su mejor amigo a su lado el día de su boda. Pero si ese tipo "Junhui" es tan exitoso como Soonyoung dice y tiene ahora una vida en China, entonces no será más que un relámpago en la vida de Minghao. Realmente no merece la pena dedicar a ese hombre su atención o pensamientos.

—Mira —dice a Sakura y desliza su teléfono de regreso a su bolsillo—. Sé lo que estoy haciendo. Deja de preocuparte —sabe que le pide algo imposible. Afortunadamente, Seokmin es más optimista como amigo.

Más tarde ese mismo día, su amigo tararea la marcha nupcial cuando Minghao llega a su cafetería.

—¡Basta! Cualquiera creería que te emociona más a ti la boda que a mi.

—Solo estoy feliz por ti. Ya no falta mucho, casi seis semanas más o menos.

La sola idea ha revuelto el estómago de Minghao. Mejor se dirige a la cocina para preparar sándwiches y dar a su mente algo más para pensar.

Seokmin toma las órdenes de los clientes. Ha trabajado ahí desde el día de la apertura. Fue contratado como gerente cuando Minghao se dio cuenta de que él solo no podría con todo. Casi se ha convertido en su socio con el paso de las semanas. Maneja todo de forma tan eficiente como lo hace el mismo Minghao.

El día pasa volando. El negocio se ha beneficiado después de que la cadena competidora fue cerrada al no pasar la inspección sanitaria.
Minghao trabaja incansablemente al lado de Seokmin, sirve órdenes, tiene cortas charlas con los clientes y ve pasar el tiempo tan rápidamente que le sorprende cuando la hora de cerrar llega. Invita a Seokmin a tomar un trago en un bar cercano y después se despide para ir a casa y cocinar la cena para Soonyoung.

Siente la necesidad de ser un poco romántico y añade una botella de vino y velas sobre la mesa.

Al comienzo de su relación siempre se valía de la seducción. Esperaba a Soonyoung, después de jugar un poco consigo mismo para recibirle con una erección y listo para follar. Pero Soonyoung siempre llegaba cansado a casa o no quería arruinar su atuendo del día, por lo general ignoraba sus intentos de seducción. Finalmente se rindió y ahora tienen sexo por las noches en su cama, dos o tres veces por semana. Siempre es bueno y siempre tiene orgasmos, pero no puede evitar sentir que falta algo que haga arder su sangre, que le haga sentir tan desesperado que no le importen las protestas de Soonyoung y follar en el sillón, la barra de la cocina o la ducha.