El Padrino - Junhao (Jun & Minghao de Seventeen) [Adaptación]

Capítulo 16

Minghao se despierta junto a un cuerpo caliente envuelto a su alrededor y sonríe sin abrir los ojos, se arrima más cerca y suspira con satisfacción mientras los brazos alrededor de él se aprietan.

Entonces escucha un movimiento que no viene de la cama, y abre los ojos, siente el pánico a través de su pecho y después por todo su cuerpo.

Soonyoung está ahí, a los pies de la cama. Mirándolos a ambos pero su mirada está, asombrosamente, muerta y vacía.

—Soonyoung...

Soonyoung le da la espalda y se aleja, sin decir nada, Minghao sale de la cama a toda prisa y en su urgencia golpea con el codo a Jun en el pecho, lo que le hace gruñir a este y sentarse con un gemido.

Minghao no se preocupa por el dolor que Jun puede estar sintiendo. Él está intentando ponerse sus pantalones. Toma al azar una camiseta sobre la silla en la esquina de la habitación de Jun y dice—: Minghao, espera. ¡Mierda! —Jun mira a su alrededor confundido, tratando de averiguar qué coño está pasando.

—Él estaba aquí —explica Minghao—. Nos ha visto.

Todo el color se desvanece de la cara de Jun en un instante e inmediatamente sale de la cama, desnudo y eso representa todo lo que está mal en esta situación.

—Yo iré tras él.

—No —dice Minghao con firmeza—. Iré yo. Yo provoque esto. —Termina de meterse la camiseta por la cabeza y sale de la habitación, escucha a Jun decir su nombre.

No tarda mucho en encontrar a Soonyoung. Este parque es donde siempre viene cuando el necesita un poco de paz, cuando necesita un momento para pensar. Está sentado en un banco, con los codos sobre las rodillas, mirando a la nada hasta que escucha la llegada de Minghao, y luego lo mira, con ojos brillantes llenos de furia.

Cualquier cosa es mejor que la mirada vacía de antes.

—Aléjate de mí, Minghao.

—No —dice Minghao en voz baja. Pero no trata de sentarse—. Necesitamos hablar.

Soonyoung lo mira con disgusto.

—¿Te has bañado siquiera? ¿O todavía sigues cubierto de él?

Minghao se traga su vergüenza. No solo está cubierto en la evidencia de haber estado con Jun, también está usando la ropa de Jun. No podría ser menos sensible ante la situación aún si lo intentara. Su cara arde.

—Lo siento.

Soonyoung resopla con una risa amarga, mira hacia el suelo, moviendo la cabeza.

—¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo? —le pregunta—. ¿Por cuánto tiempo has estado follando con él en nuestra propia casa?

—No lo hice. Solo... Solo fue anoche —da un paso más cerca—. Nosotros tuvimos una discusión, y nos dejamos llevar. —Quisiera decirle que no significó nada, pero no quiere mentirle, no ahora.

Hay una pausa antes de que Soonyoung hable de nuevo. —Sin embargo, no se te ocurrió así nada más, ¿cierto? Tú no decidiste de repente simplemente follar con el mejor amigo de tu prometido.

Su voz es áspera, cruel, y corta a Minghao como una cuchilla.

Minghao piensa en irse, pero Soonyoung no se merece eso.

—No —admite—, no sé qué decir.

—Sería bueno si me dijeras la verdad —dice Soonyoung mirándolo, la furia en sus ojos es tan intensa que es casi difícil creer la tranquilidad en su tono al hablar.