Capítulo 9

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Es agitado suavemente, y despierta recuperando la conciencia lentamente, parpadeando en la penumbra y luego encuentra la cara de Jun, quien se encuentra sentado en el borde de la cama. Es demasiado temprano para encontrarse con esta imagen, Minghao arruga la cara y se frota los ojos con los dedos.

— Vamos. — dice Jun en voz baja.

Minghao bosteza. — ¿Qué... qué hora es?

Su cerebro esta luchando para enfocar correctamente, ya que esta enfocado en la forma en que se siente al despertar con Jun a su lado, mirandolo a la cara y a los ojos.

— Casi las nueve. Tienes que levantarte ya.

— Dios. — dice resoplando. — ¿Dónde está Soonyoung?

— Salió temprano. Toma.

Y de repente hay una taza de café frente a él. Se sienta, sin darse cuenta la manta cae hacia abajo para mostrar su pecho desnudo, atrapa a Jun mirándolo.

— Gracias. — Toma el cafe.

— Tienes diez minutos. — dice Jun, levatandose. — Y luego voy a entrar aquí con una cubeta de agua.

Frunciendo el ceño, Minghao dice. — Ni siquiera tenemos una cubeta.

— ¡Voy a encontrar una! — Jun responde mientras de dirige a la sala.

Minghao se une a él en la cocina unos diez minutos más tarde, y Jun, ahora está completamente vestido para salir. Viste una camiseta negra, pantalones vaqueros rasgados que ingeniosamente cuelgan bajo en sus caderas.

Minghao pasa junto a él, que está apoyado en la barra de desayuno haciendo algo en su teléfono. — No estás usando un traje hoy.

— Qué habilidades de observación tan estelares tienes.

Viendolo de frente ahora, Minghao lo observa fijamente mientras toma un par de uvas del racimo.

— ¿Qué? — dice Jun de repente.

Minghao se sobresalta y lo mira a los ojos. — Nada.

— Ajá. — dice Jun, claramente divertido. Guarda el teléfono en su bolsillo y alcanza su chaqueta de uno de los taburetes. — Bueno, cuando hayas terminado de admirarme, tal vez podamos irnos.

— No estaba viendo... Ugh, vete a la mierda. — dice Minghao, poniéndose rojo, y Jun ríe.

Se meten en el coche y salen de la pequeña ciudad, Jun enciende la calefacción para contrarrestar el aire frío de diciembre. No es hasta que van cruzando la autopista que Minghao tiene una idea repentina.

— Deberías darme tu número de teléfono.

Jun lo mira con el rabillo del ojo. — ¿Crees que es necesario?

— Bueno, ¿y si nos separamos en Seúl?

— ¿Por qué nos separaríamos?

— No sé. Nunca se sabe. Tal vez te distraigas con algún sexy jovencito y vayan a un baño cercano.

— Estoy bastante seguro de que seré capaz de controlarme el tiempo suficiente para decirte a donde voy. — dice Jun, sonriendo. — a pesar de saber que — añade arrastrando las palabras. — seguro vas a estar allí mirando.

Minghao se sonroja de nuevo, pero se ríe. — Cállate.

Jun saca su teléfono y se lo entrega. — Ten.

Minghao marca su propio número en el teléfono y se llama a sí mismo para obtener el número. Vuelve al menú del teléfono y está a punto de bloquear la pantalla pero el icono de mensaje esta ahí, mirándolo, tentándole.

El Padrino - Junhao (Jun & Minghao de Seventeen) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora