Mr. Astra (PAUSADA)

La primera semana siempre es la mas complicada. (Parte 1)

- Bien, siguenos, por aquí está tu habitación - Decía el señor Baldwin.

Comencé a seguir a la pareja por un pasillo viendo muchos otros detalles de la casa, desde unos tapices que hacían mucho juego con la decoración de la casa y un suelo de madera que para mi gusto, crujía demasiado no se que me daban este tipo de suelos pero lo podía casi atribuir a una película de terror, esperaba que aquí no hubiera constantes tormentas eléctricas porque sino eso sería un verdadero problema y más cuando tus oídos eran un par de veces más agudos que el de un humano promedio. Otra cosa en la que me pude fijar bastante era en que el lugar había más fotos de la familia Baldwin, pudiendo visualizar una donde había un muchacho de no más de 20 años que estaba uniformado con un camuflaje propio de una guerra en un desierto junto con otros dos compañeros a sus lados, al menos en la foto se veían alegres, pero en mi interior insistió que la guerra debe de borrar hasta las sonrisas más grandes como el de las foto que estaba frente a mi. ¿Acaso la bandera plegada le pertenecía a...?
- Polarys, aquí es tu nueva habitación - Escuchó a la señora Baldwin decir a lo lejos, no me había percatado de que ya me habían adelantado mucho.

- Ah? Oh! Voy disculpe - digo para retomar mi paso hasta la habitación.

- Bien aquí podrás quedarte hijo. Este será tu centro de operación si así lo quieres ver futuro astronauta -

Mientras escuchaba decir eso al señor Baldwin, veía la habitación en la que estaba, sin dudas era un lugar muy grande, al menos una vez y media de lo que era mi habitación en Querétaro. Había muchos detalles en aquella habitación que era bastante iluminada por las ventanas que tenía, había una vista hacía el bosque y al rió que a lo mucho calculaba estaba a unos 250m. En la misma habitación había una cama, un librero, un escritorio, unos buros y varias repisas y claro un televisor, en mi mente no sabía cómo iba a poder agradecer tanto de lo que la familia Baldwin me estaba ofreciendo. Dejaría mis cosas en el suelo mientras veía con asombro la habitación sintiendo como mi cola se movía de lado a lado, denotando mi curiosidad.

- Enserio... Esta habitación es para mi? - Decía sin poder creer lo que veía

- Claro que si cielo, ya dependerá de ti como quieras acomodar las cosas - Decía contenta la señora Baldwin.

- Y hablando de orden, te tendré que mencionar las reglas, has demostrado ser un chico listo y espero que sea lo mismo con la disciplina así que estás son las reglas:

1- El horario de dormir es a las 9pm mínimo y máximo a las 11pm, y nos levantamos a las 7am, cuando digo nos es nos.

2- El Internet es libre aquí y puedes hacer llamadas, pero por favor modera lenguaje y tono de voz.

3- Trabajaras conmigo en la herrería los fines de semana de 9am a 1pm, después de eso el resto del día es tuyo. Te daré tu paga de 300 dólares todos los domingos antes de la media noche.

4- Si vas a invitar a alguien a la casa nos tienes que solicitar permiso, sin permiso no entras ni tu ni tus invitados.

5- Puedes moverte por toda la casa a excepción de la habitación de la planta baja del fondo. Cuando digo esta prohibido entrar es porque está prohibido

6- Y por último tu entrenamiento será entre semana de 8am a 10am. Ya mañana sabrás a lo que me refiero.

- Entonces ¿quedó claro hijo?- La cara del señor Baldwin se había vuelto sería de un instante a otro.

- Si señor Baldwin, quedó muy claro - Digo con cierta seguridad aunque en mi aún había ciertas dudas.

- Bien, bueno entonces te damos tu espacio para que puedas acomodarte, bienvenido a la familia Baldwin hijo. - Vuelvo a sentir las palmadas en mi hombro por parte del señor Baldwin y una sonrisa en el me tranquiliza un poco.