El éxodo.

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Ya solo me quedaba unos cuantos días en mi hermoso Querétaro, antes de iniciar mi viaje a Michigan junto a miles de Furros más, sabía que en esta semana después de la re documentación ya nos empezarían a mover a mi me dieron la fecha casi para tres días después de mi re documentación. En serio me sorprendía aquella operación de recolección y que todas las naciones hayan accedido a aceptar inmigrantes, si de por sí por ejemplo en Europa no aceptaban a los inmigrantes del Medio Oriente por las guerras, ahora me sorprendía que esto siquiera fuera posible. En fin no sabía bien qué hacer, pensaba en que llevarme y que dejaría atrás cosas como la moto o mi colección de minerales no me las podría llevar ya que eran cosas que no eran indispensable tenía el tiempo suficiente para pensar qué llevar y qué no llevar ya que aún no me "asignaban" un hogar... No entendía muy bien eso, pero por lo que entendía buscaban a alguien que podría alojarte allá y si esa persona te aceptaba pues ya tenías tu boleto para ir a tu nuevo hogar... Me intrigaba con quien me tocaría, ¿alguna familia? o tal vez un lunático, antes no me encerraron en un laboratorio para hacer cosas conmigo.

Los días pasaban casi como el agua, en los cuales acomodaba cosas y regalaba otras que ya no quería y sabía que no volvería a usar nuevamente salía con los pocos amigos que tenía para despedirme y aunque yo sabía que esto no sería un hasta nunca, claro que me dejaba un poco triste dejar atrás lo que antes era mi vida... Quetzally mi amiga la acróbata era la que me decía que saliéramos a comer un día antes de irme a mi nuevo hogar del otro lado de la frontera y claro que acepte, siendo una de mis mejores amigas y de las cuales he recibido un gran apoyo no le diría que no sabiendo que ahora la única manera en la que nos hablamos sería atra través de chats como el Whatsapp o cosas similares.

Saldríamos a pasear por ahí en el centro a dos días antes de que me fuera y todo transcurrió de forma muy normal casi como si la razón por la que nos vimos no fuera por el hecho de irme, paseamos, platicamos y reímos pero ya después cuando el día iba terminando pues los momentos de volver a la realidad eran mayores y tocaba casi despedirnos.

- Cés... Digo Polarys, todavía no me acostumbro a llamarte por tu nuevo nombre - Decía Quetzally que aún permanecía en su forma humana.

- No te preocupes, si quieres sígueme llamando César - Decía casi con un nudo en la garganta, sin duda sería una de las persona que más extrañaría.

- Enserio no hay forma de que te quedes? -
- Yo... no... en si ya está hecho... Y bueno, yo quiero ir... - Decía con ese tipo de nudos en la garganta donde ya te dolía mantenerlo.

- Lo sé César, aun persigues ese sueño de ir al espacio y creéme que lo comprendo muy bien y se que lo lograras -

Quetzally sin mas se acerco a abrazarme notando que ya ella tenía lágrimas en sus mejillas, correspondí ese gran abrazo tratando de no mal pasarme ya que ahora tenía el doble de fuerza de lo que antes tenía y también ya soltando unas lagrimas que liberaron ese nudo en mi garganta pero, aunque los sentimientos de tristeza estaban presentes también estaba la alegría ya que Quetzally y yo sabíamos que éramos lo suficientemente capaces de lograr nuestros objetivos y metas y sentíamos alegría de lo tanto que habíamos avanzado ambos y del tiempo de aquella gran amistad había permanecido y seguiría a pesar de la distancia.

- Solo no te vayas a olvidar de nosotros... tomá... -Decía Quetzally aún entre lágrimas, tomando mis manos para depositar una foto, una foto que sin dudas me tocó bastante el corazón. En la foto estábamos no solo Quetzally y yo, estaba el mejor grupo de amigos que pude tener en toda mi vida y del cual estoy muy contento de haberlos conocido, la preparatoria había sido una de mis mejores etapas conociendo a grandes personas y de gran corazón que me enseñaron grandes valores, Sara, Javier, Rodrigo, Emily, Andrea, Leo... Ellos me enseñaron que todos éramos un mundo muy distinto del otro, pero a pesar de que nuestros mundos fueran diferentes siempre estaría ahí para todos y que al final de cuentas nunca nos faltaría una mano que nos ayudaría... y aunque al final de la prepa muchos de nosotros habíamos tomado rumbos diferentes, en mi corazón siempre les agradeceré de haber sido los mejores amigos que jamás pude tener. Las lágrimas caían sobre mis peludas mejillas mojando el pelaje y sin importarme mucho en realidad esa foto enserio me traía los mejores recuerdos, volví a abrazar a Quetzally y aun con la diferencia de tamaños vimos la manera de que no se descompensara el abrazo y estuviéramos casi de la misma altura.

Mr. Astra (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora