Una vez

90 1 0
                                    

Una vez dijeron
un cantante y aquel conejo
en aquella canción que hicieron
lo que ahora yo quiero.

Lo nuestro no te conviene,
pero él ya no te entretiene,
sé que te incito a pecar,
lo tratas de controlar pero no se detiene.

No se detiene el sentimiento,
no se detiene el deseo,
no se detiene esto que quiero,
no se detiene este infierno.

Y déjame sentirte una vez,
por si no te vuelvo a ver,
luego yo sigo normal con mi vida
y tú la tuya con él.

Yo quiero tocarte, te lo confieso.
Aunque me conformo con un beso.
Ya no creo en amor ni nada de eso;
mas no sé por qué, por ti ahora rezo.

A Dios pido que me deje verte desnuda,
así nuestras maldades continúan;
celoso me pongo cuando me hablas de él;
dime entonces qué vamos a hacer.

Quiero hacerlo hasta el amanecer,
por si después vas a desaparecer.
De viaje llevarte me encantaría;
extrañaré cómo tú a mí me miras.

Así, con cara de buena, pero mala niña,
esos ojitos que las fuerzas me quitan;
quiero verte en cómo en mí rebotas
y mi lengua pasarte y ver cómo te mojas.

Y déjame sentirte una vez,
por si no te vuelvo a ver;
luego yo sigo normal con mi vida
y tú la tuya con él.

Algo así es que dijeron
Mora y aquel conejo
que lo que quiere hace;
y justo esa canción hicieron.

Con esa canción dijeron
justo lo que quiero contigo,
pecar como más que amigos;
aunque solo una vez tengamos sexo.

Cuerpos pecandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora