Ella era una gran magnate de la tecnología y de los autos, admirada por su gran poder y logros a sus cortos 30 años. Mientras yo era una alumna en su último año de escuela, con tan solo la mitad de años que ella; iba solo a entrevistarla y terminé d...
—Sana, debemos terminar esta falsa, no quiero que te aparezcas en mi casa, estoy teniendo una vida real después de mucho, no lo arruines más, tú y yo nunca funcionaremos —dije en el teléfono.
—¿Crees que puedes usarme y luego dejarme sin más? ¡ESTÁS MUY EQUIVOCADA! ¡PAGARÁS MUY CARO! —dijo Sana, no pude escucharla más, solo corté la llamada.
Caminé hacia la habitación donde descansaba Jennie, la vi y todo tuvo sentido, todo valía la pena, cada segundo ella lo merecía. Había pasado varios días que estuve siendo atenta y cuidándola, habíamos conversado sobre nuestro futuro como madres, realmente todo era natural con ella.
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Llegó una noche donde quise sorprenderla con una cena romántica como les llamarían a estas situaciones, ella parecía encantada ante este espectáculo. Después de cenar, nos quedamos conversando hasta muy tarde.
Punto de vista de Jennie
Había pasados días mágicos con Lisa, pero aquel día me sorprendió la cena romántica que me preparó. Estuvimos conversando por horas, hasta que llegó la noche, fuimos hasta su habitación, la charla se tornó cada vez más caliente y curiosa. Nos echamos para más comodidad, lo último que hablamos fue de que se sentiría al hacer el amor por detrás de nuevo. Ella comenzó a dormir, mientras que yo sentía curiosidad y excitación por lo que se podría volver a sentir.
En la oscuridad, a la luz tenue de la luna, me desnudé sin que ella se enterase, me quedé desnuda sobre la cama enseñándole mi espalda y mi precioso trasero. Me quedé dormida tumbada encima de la cama, me había desnudado para que Lisa me descubriese. A media noche, se despertó, me vio desnuda y se sorprendió a la vez que se excitó enormemente. Me acarició las nalgas, me empezó a besar las nalgas y las separó lentamente para no despertarme (solo reía internamente, estaba despierta con su solo su tacto).
Depositó gran cantidad de saliva para lubricarlo, también sentí que me depositaba gran cantidad de un líquido frio. Se puso detrás de mí, besándome la espalda y el cuello, tocándome suavemente los pechos, a la vez que sentí como su mascota se hundía entre mis nalgas. En ese punto yo estaba muy excitada, pero intenté relajarme lo más posible para no hacer ver que me había despertado. Así fue que su falo se deslizó entre mis nalgas y empecé a notar como se colocaba a la entrada de mi orificio. Notaba mucho calor en esa parte, es decir, a la entrada de mi culo. Y empezó la presión muy lentamente, casi imperceptible. Sentí que jugaba a la entrada de mi culo a presionar muy poco y a dejar de presionar, como un masaje relajante. Notaba un gran relax en mi entrada, no notaba dolor ni demasiada presión. Estuvo así media hora, jugando a presionar intermitentemente. Llegó a un punto en el que no me daba cuenta de que tenía el culo totalmente relajado y que ya hacía tiempo que estaba dilatándose enormemente para abarcar su enorme pene.
Tenía el ano muy dilatado con mucho placer. Me empezaba a sentir penetrada, sodomizada, suya. Me estaba entrando más profundamente, deslizándose lentamente, centímetro a centímetro mi culo se estaba comiendo un falo enorme. Entraba un poco y salía otro poco. Mi recto se estaba dilatando lentamente y de forma placentera se adaptaba a su enorme tamaño y se estaba lubricando. Mi culo totalmente dilatado y relajado estaba dejando deslizarse una enorme polla dentro y fuera y no generaba en mi ningún rechazo ni dolor.
