Los jóvenes del bar

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Dentro de los bosques que tiene este mundo hundido en la oscuridad se ubica una ciudad la cuál siempre se encuentra bajo nubes negras o bajo lluvias, las calles huelen a humedad y sus edificios construidos con madera, piedra y metal lucen tristes.
En dicha ciudad un chico aperlado con cabello color castaño claro de aspecto despeinado, vestido con unos pantalones negros  los cuales hacen juego con su camisa blanca, gabardina larga café desgastada y unas botas sucias las cuales parecían haber participado en una pelea, se encontraba caminando de manera despreocupada abriendose paso entre las personas que se encontraban alrededor mientras mantenía su mirada en el lodo que formaba la llovizna, parecía que caminaba sin rumbo.

De la nada se detuvo y levantó la mirada.

-El "Bar Eclipse" por fin llegué -mirando seriamente el lugar camina hacia la entrada, las puertas se abren automáticamente.

El chico fijó la mirada en la joven que atendía detrás de la barra, vestía como una camarera, chaleco y pantalón negro, una camisa blanca con moño el cual se le veía coqueto y zapatos bien lustrados.

-Bienvenido a… ah eres tú, tardaste más en llegar - no apartaba la mirada de él mientras seguía lavando vasos.

-Lo siento, uno se tarda si se encuentra caminando sin rumbo.

-¿Aún cuando aquí es donde vives?.

-Así es - reía el joven mientras tomaba asiento en la barra.

-¿Te ensuciaste las botas otra vez? - lo mira seriamente.

-Pues si, siempre se ensucian, ¿Que no ves el lodo que siempre forma la lluvia en esta ciudad?, siempre está lloviendo la mayoría de las veces - lo dice mientras trata de evadir la mirada.

-No me refiero a eso Aleksander, ¿Volviste a meterte en problemas verdad? mírame - el tono de voz de la joven se vuelve más grave.

-Esta bien, lo admito pero sabes que no me gusta que se aprovechen de los niños inocentes Helena - lo dice mientras la veía a los ojos.

-Siempre haces lo mismo, peleas y regresas con camisas manchadas de sangre.

-Vaya, parece como si tuvieras rayos x, aún con la gabardina puesta sabes que tengo sangre en la camisa, la cuál ni siquiera es mía.

-Debes dejar de hacer eso, si peleas con la persona equivocada podrías nunca regresar, eres mi hermano - hablaba con voz preocupante mientras servía un vaso con agua.

-No, soy algo así como tú hermano, recuerda que soy adoptado lo cual agradezco pero no me vengas con sermones, ¿Que debería hacer? ¿Esperar a que alguien con autoridad haga algo?, en estos tiempos de oscuridad es algo que no se puede hacer ya que nadie nos escuchará, menos en estos lugares bajos donde vivimos - Aleksander hablaba seriamente mientras se quitaba la gabardina.

-Nunca vas a cambiar ¿verdad? - lo miraba desanimada con una cara peculiarmente molesta mientras dejaba el vaso con agua en frente de Aleksander.

Aleksander toma del vaso con agua y al regresar la mirada hacia Helena siente una vibra agresiva hacia él.

-Si digo que no, ¿me vas a golpear hasta casi matarme? - hablaba con voz temerosa mientras tragaba un poco de saliva.

-Tardaste en notarlo pero no estoy tan molesta, deberías agradecerle a los dioses por eso - caminaba hacia la entrada del bar para cerrar los circuitos de vapor los cuales hacían que se abriera la puerta automáticamente.

-¿Te refieres a la diosa del sol, el dios de la luna y a la madre naturaleza? - preguntaba con una sensación de alivio.

-Claro, son los únicos que hay - afirmaba tranquilamente mientras giraba el letrero que colgaba de las puertas para cerrar el bar.

El guerrero fénix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora