Mente

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En un extraño día, un hermoso paisaje se asomaba con los rayos del sol, se veía una casa a lo lejos que se encontraba rodeada de pastizales llenos de vida el cual parecía resguardada por la madre naturaleza, en ella vivía una pequeña familia de tres personas, una pareja de enamorados y su hija, parecía que tenían una vida perfecta hasta que todo oscureció de repente el aura tranquila que emanaba el lugar desapareció en segundos y se convirtió en un aura de ansiedad y peligro.

-Nos ha encontrado, debemos salir de aquí inmediatamente - le dice el hombre a su familia.

-¿A dónde se dirigen? si apenas he llegado hasta aquí - menciona dulcemente un joven pálido con cabellera larga, parecida a la noche junto con sus estrellas y un gran abrigo emplumado.

La familia se llenó de terror al verlo, no pudieron hacer nada, el hombre se llenó de valor y lo atacó, algo que debió de haber intentado desde hace tiempo, el joven sin ningún esfuerzo y con una rapidez noqueó con un golpe al hombre de la familia. Al despertar sólo pudo observar los cuerpos de su familia sin vida, gritó con desesperación pero nadie lo podía escuchar, estaba solo, de repente sintió como lo levantaban completamente agarrándolo desde la cabellera.

-Eres un maldito, tu aura, tu ser, tus ojos sin vida, tu mirada vacía, no me cabe duda que tú eres…

-Siempre te encontraré, te haré añicos, te destrozaré física y mentalmente en cualquier momento de tu vida, no me importa si eres un bebé, total, ya lo he hecho antes, ahora, despierta - dice mientras observa directamente los ojos de aquel hombre.

El joven repentinamente arremete un tajo en la garganta de aquel hombre decapitandolo y quedándose con la cabeza en la mano, la arroja sin preocupación y se aleja de aquel hogar donde ahora ya no queda algún rastro de vida o felicidad.

Aleksander saltó abruptamente de la cama, con un sudor como si hubiera hecho horas de ejercicio físico, su corazón parecía que le iba a explotar, se sentía raro, nuevamente como si estuviera en un inminente peligro cercano.

-Otra vez estás malditas pesadillas, pero está vez fue diferente - se dice así mismo mientras se sienta.

-No, me estoy volviendo loco, será mejor tomar un baño - piensa mientras se levanta y se dirige al pequeño baño de su habitación.

Se quita su ropa y se pone debajo de la regadera, por un momento sintió paz pero por otro empezó a recordar lo que había sucedido y se comenzó a sentir aislado, sabía que tenía a su hermana y dudosamente también a Illika pero la soledad lo azotaba como una gran tormenta perdiéndose en sus pensamientos hasta que escucha una voz.

-Aleks, ¿te estás bañando?

-Si Helena, ¿Quién te dijo que entraras?

-Llame muchas veces la puerta y no respondiste así que entre, solo vine a dejarte este nuevo repuesto de ropa, Bertram nos lo dio, no es nuevo pero se agradece - menciona mientras deja la ropa doblada en la cama.

Al rozar la mano en la cama Helena siente que se encuentra algo mojada, como si alguien hubiera tirado una tina de agua.

-Aleks ¿Estás bien?

-Si, solo deja me cambio y ahorita salgo en un momento.

-Comprendo - dice dudosamente mientras sale de la habitación.

Aleks sale del baño y observa su nueva vestimenta, era un chaleco de cuero negro junto con una camisa gris y pantalón azul marino, al ponérselo y reflejarse en el espejo parecía que le había gustado mucho su nuevo look, se puso sus viejas botas y la gabardina larga que tenía, estaba algo sucia pero no le importo, la demás ropa la dejo ahí tirada solo la observó de lejos y salió de la habitación.

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⏰ Última actualización: Apr 24 ⏰

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