El cuervo

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El pequeño grupo inició su caminata nuevamente cegados ahora por una nube intensa, pasando bajo el letrero de bienvenida el cual estaba demasiado descuidado, solo se podían distinguir ellos, si se separaban unos cuantos metros se perdían totalmente de vista, así mismo con la poca energía que les quedaban, Helena y Aleksander vigilaban minuciosamente cualquier movimiento que realizaba Illika el cual tenía la vista completamente pegada al piso rocoso y deformado aunque está vez sin inclinaciones, los hermanos se preguntaban entre susurros ¿Cómo era posible que Illika se moviera sin tener la vista hacia el frente?, decidieron evitar preguntárselo directamente y prefirieron solo vigilarlo y ver si podía ser distinguido algún muro o algún indicio que les hiciera pensar que estaban en una ciudad ya que sentían que solo estaban caminando en círculos ya que no se mantuvieron caminando en línea recta, Illika cambiaba de dirección de vez en cuando, hasta que se detuvo de una vez por todas y fijó su mirada hacia enfrente.

-Por fin llegamos - lo dijo con un alivio impresionante.

-Yo no veo ni un carajo - dijo Aleksander algo molesto.

-Si es una más de tus babosadas partiré tu cara a golpes - le susurra Helena terroríficamente tronando los dedos de sus manos.

-No no no, ahora no es nada de eso, solo entremos.

-¿Como que ahora no es nada de eso? -pregunta Aleksander con desconfianza y dudosamente.

Illika da unos cuantos pasos y se pierde en los alrededores de las nubes, los hermanos sorprendidos inmediatamente corren tras él con la preocupación de que les hubiera jugado sucio otra vez pero chocan contra una puerta de madera, a un lado había una ventana por la cual Helena intenta ver en el interior pero no observo nada, la ventana estaba totalmente cubierta por unas cortinas, mientras Aleksander pega su oído a la puerta para tratar de escuchar el interior por el cual sólo pudo percibir música. Los hermanos se quedaron en silencio, Helena trató de hablarle con señas a Aleksander pero él no entendía absolutamente nada y solo la observó.

-¿Por qué bailas? No sabía que te gustará ese tipo de música -pregunta Aleksander desconcertado mientras se rasca la cabeza.

-Con un carajo idiota, te estoy diciendo que entraré primero y tú me cubres la espalda - susurra molesta.

Helena tomó su posición, contó hasta tres con la mano para que Aleksander se preparara y entró fortuitamente, ambos se quedaron pasmados al ver qué acaban de adentrarse a un bar de mala muerte, veían a lo que parecían criminales borrachos, por un lado bailando y cantando al son de la música como si nada pasara y por el otro peleándose hasta casi matarse.

-Oye hermana, ¿ese que se está peleando no es Illika?

-¿Qué demonios? Ay no, pensé que era un ebrio - menciona Helena rascándose la cabeza y suspirando a los cuatro vientos.

Illika se encontraba peleando contra cinco personas a la vez y efectivamente por la poca fuerza que le quedaba iba perdiendo pero por alguna extraña razón seguía peleando contra ellos, daba pena ver la paliza que le estaban proporcionando, uno de ellos usó su hidroquinesis y formó un círculo de vino sobre la cabeza de Illika para tratar de ahogarlo así que Helena y Aleks se dignaron a entrar de una vez por todas y atacaron por sorpresa a dos de ellos, Helena dio un golpe directo a la nuca mandándolo al piso directamente mientras Aleksander solo estranguló por la espalda a otro hasta desmayarlo, al acercarse vieron que otro hombre con cabello bastante largo y de color plateado, algo delgado y que contaba con una mirada perdida yacía en el piso recargado hacia la pared pero decidieron ignorarlo y continuar con lo suyo. Ahora la balanza estaba justa, sólo quedaban tres contra tres así que los hermanos trataron de llegar al usuario de hidroquinesis antes de que asesinara a Illika pero se interpusieron los otros dos que quedaban, así comenzó una pelea bastante desigual, aún así Helena empujaba con sus golpes a su contrincante y esquivaba los que recibía, se centró en golpear sus brazos para hacerle bajar su guardia a la fuerza, mientras un Aleksander agotado lanzaba golpes y patadas a diestra y siniestra siendo alcanzado por el criminal y lanzado hacia una de las mesas para posteriormente tratar de ser ahorcado pero Aleksander lo golpea con sus antebrazos en los pliegues de los brazos de su oponente y le asesta un golpe débil pero se lo logra quitar de encima. Helena logra su objetivo y le logra dar golpes directos en el rostro de su oponente pero al desviar un breve momento su mirada ve que el hombre de cabellera plateada está de pie detrás del criminal que trataba de ahogar a Illika sin ser notado lo tomó del hombro y en un parpadeo el hombre de la hidroquinesis salió volando por los aires liberando a Illika y dándole un respiro.

El guerrero fénix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora