Ocho

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Estábamos con todos los cazadores y cocineras en la mesa de mi casa en la mañana. El día después de que Harry se quedará en su casa.

–Entonces despejan el area de la plaza. Puedo ayudarlos.

–No, Alfa. Podemos hacerlo.

–¿Vieron el búfalo? ¿Alcanza para la manada?

–Claro que si. A lo mejor acompañado de los dulces y las verduras quedan todos listos.

Asiento y siento algo en mi pecho que me hace voltear y veo a Harry en el último escalón escondiéndose cuando todos voltearon a verlo.

–Denme un segundo.

–¿Es su omega?

Me pregunta una cocinera y la miro con una ceja levantada.

–Si... Digo, no. No,no. Ya vengo.

Digo y me levanto de mi lugar para seguir a Harry por las escaleras.

Lo tomo del brazo y el chilla.

–No me hagan nada. No rompí nada, por favor.

Decía tratando de zafarse de su agarre.

–Tranquilo Harry. No vamos a hacerte nada. Estamos organizando el fogón de agosto.

–Lo prometes.

–Lo prometo.

Lo suelto y el se queda quieto.

–Ve a tu habitación. Llevaré una fruta y te haré comida cuando se vayan todos: mucha comida.

Sus ojos brillaron.

–¿Mucha comida?

–Mucha.

El asiente y desaparece por la puerta.

Yo vuelvo a bajar.

🍂🍂

Veía comer felizmente a Harry en la cocina mientras miraba por la ventana. Descubrió que le gustaban mucho los pastelitos de arándano.

Comió mucho de esos.

Y que bueno porque era una de las únicas cosas que sabía cocinar.

–¿Que te gusta hacer?

Le pregunto y el termina de tragar para responderme.

–Me gusta sobrevivir.

Le sonrió.

–Hablo de que haces en tu tiempo libre.

–Ni idea. Siempre estaba buscando algo de comer o caminando...

–Bueno. Por ejemplo. Te gusta comer, te gustan los cachorros y miras mucho por la ventana.

–Si.

–¿Que hacias para divertirte en tu casa?

El miro sus manos.

–Nada era divertido en mi casa. Solo cuando ellos se iban y podía dormir un rato la siesta. O cuando habían fiestas y escuchaba un poco de música desde abajo.

Lo decía con una sonrisa que me hacía entristecer.

–Aquí puedes dormir cuando quieras. Y yo haré música para ti. Ya no estás ahí.

El asiente rascando su barbilla.

Ya no estaba ahí.

🍂🍂

A los dos dias tenía que ir a vigilar como iban las preparaciones para mañana que era el fogón de la manada. Me daba algo de miedo dejar a Harry solo así que le confié la tarea de cuidarlo a alguien confiable.

–Prepare tarta de manzana. No confío en lo que le das de comer.

Una cabellera rubia entra a mi casa con bandejas en mano y yo voy detrás de el.

–Hola, Niall.

Harry Que estaba en el sofa viendo la chimenea se levanta y se nos queda mirando. Baja la cabeza al notar que Niall era un Omega.

–Lo siento. Iré a mi habitación.

Cuando se estaba yendo Niall me miro dudoso.

–Harry, quédate.

–¿Ustedes...

–No, Niall es el Omega de Zayn. Un amigo.

Niall agita su mano.

–Hola, Harry.

–Hola.

Dice tímido.

–Como te dije recién, debo ir a supervisar unas cosas y volveré en tres o cuatro horas. Niall es un amigo y es omega así que se quedará contigo. Así charlan tranquilos.

–Traje comida y tengo mucho que contarte de esta manada.

Harry sonríe porque la sonrisa de Niall le precio agradable.

–¿Te parecer bien? Si quieres venir conmigo no pasa nada.

El niega y yo entiendo.

–Bien. Entonces vuelvo en unas horas. Niall, no lo incomodes.

–Ya vete hombre.

Flores en invierno [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora