Capitulo 13

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Amistad momentánea

Minutos atrás había recordado por qué no me gustaban los hospitales, hay mucho ruido y la gente va de un lado a otro con el paso apresurado. Tardé un poco en llegar a la habitación donde estaba descansando Shouta, había dado un par de vueltas con el chófer que se mantuvo a mi lado protegiéndome en mi corta aventura por los pasillos.

—¿Shouta? —Le pregunté a un cuerpo envuelto de vendajes.

—Mande —Respondió casi de inmediato.

—Cielos, te ves terrible... —Hablé intentando no sonar preocupada.

—Y no solo eso, me siento terrible... —Agregó.

—¿No quieres trasladarte a la clínica de papá? —Pregunté mientras me acercaba a la camilla.

—Ni lo intentes, le dije a tu papá que no es necesario.

—Pero... esa clínica tiene gente que puede ayudarte a que te recuperes más rápido, hay excelentes médicos y...

—Aquí también hay buenos médicos, va a ser demasiado sospechoso si voy a otro lugar. Además, no he dado mi testimonio por completo a las autoridades.

—¿Todavía?

—Vinieron un par de veces, pero van a esperar a que descanse un poco.

—Ah, qué bien...

—Por cierto... ¿Acabas de salir de la academia?

—Sí, acabo de salir. —Decidí acomodarme a un lado de la camilla.

—Me duele hasta respirar.

—No sé qué tan fuerte fue el ataque, vine rápido y no escuché nada de mi papá, aparte de tu estado de salud... ¿Qué fue lo que sucedió?

—Fue un grupo de villanos, sé que tenían previsto atacar a All Might, pero él no se encontraba ahí. Te contaré más adelante, ahora no tengo cabeza para eso...

—Está bien, no te preocupes, debes estar cansado.

—¿Sabes algo de mis alumnos? —Preguntó girando su rostro a mi dirección, estaba muy quieto desde que llegué.

—No, no escuché nada, solo sé que las clases de mañana han sido canceladas.

—¿Canceladas? ¿Puedes mandarle un mensaje a Mic desde mi celular?

—Ah, claro que sí, tengo su número, puedo mandarlo por ti —Acepté y seguido de eso busqué mi teléfono.

Por suerte la respuesta de Mic fue rápida y positiva, los alumnos de Shouta estaban bien, y solo uno de ellos había terminado en la enfermería, y los dos profesores que habían sido afectados se encontraban fuera de peligro.

—¿No deberías irte ya? —Preguntó, tenía la intención de mantenerme en silencio y acompañarle durante un rato.

—Tan temprano y ya me quieres echar... —Usé un tono dramático.

—Dudo que puedas quedarte a dormir aquí.

—Sí, ya sé, tú ganas, voy a irme en un rato. —Dije con un tono de derrota a modo de broma.

—Ve con tu papá.

—Pensé en reservar un lugar cerca para venir mañana a primera hora. —Mi papá tenía muchas cosas que hacer de todos modos.

—Entonces ve... Quiero descansar.

—Ay... Está bien, mañana estaré aquí otra vez. Descansa. —Me despedí y salí de la sala.

Sobre el matrimonio (Actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora