Marido y mujer
He ahí mi matrimonio.
Habíamos tenido una extraña introducción a la vida de casados, de una forma muy rara e incómoda. Estábamos ahí entrando al apartamento sin saber qué hacer o decir. Sentí que me habían hechado de mi casa.
Aunque era obvio que no sería fácil, no podría acostumbrarme desde el primer día.
—La esposa de tu padre tiene buen gusto —dijo Shouta algo disgustado. Se refería a la nueva decoración de su departamento, ahora "nuestro". Era algo colorido.
—Creo que está bien... —Dije mientras colocaba los regalos de la boda a un lado. Estaba acostumbrada a un espacio enorme para mí sola y este departamento apenas podría ser la sala que se usa como recepción en la mansión de mi padre, pero al menos es cómodo.
— ¿Necesitas ayuda? —Dijo sentándose a mi lado; me encontraba en el suelo junto a una torre de regalos.
Cuando llegamos luego de que me dieran de alta de la clínica, ya estaban los regalos de la boda y las maletas de nuestra "Luna de miel". Ese viaje fue un fallo total, sabía que iría mal, pero nunca pensé que terminaría en emergencias solo por comer una hamburguesa.
—Nunca había recibido tantos regalos —Dije entregándole una caja cubierta de un papel blanco con detalles dorados. Comencé abriendo los regalos pequeños. Al pie de la torre estaban los regalos más grandes y me intrigaba saber qué eran.
—Yo menos... —Dijo al recibir la caja.
—Te apuesto que es un cuadro —Dije agarrando otra caja para abrirla, ya iban dos cuadros y un juego de tazas muy lindo por cierto.
—Pues sí —Dijo dejando la caja con el retrato a un lado. Probablemente esos cuadros valían más que todos los electrodomésticos de la cocina.
Continuamos así hasta terminar de abrir todos los regalos; eran demasiadas cosas, pero nada que trajese valor sentimental. Todos en esa fiesta eran desconocidos para ambos.
—Shouta quiero ir a comer fuera... —Realmente era aburrido desde que llegué aquí, y me sentía cansada incluso después de dormir.
—No... —Dijo mientras revisaba algo en su celular.
—No me hará daño —Dije insistiendo; en la clínica me habían dado recetas para seguir con la dieta por la operación; escuché que las secuelas de una apendicitis podrían durar hasta un año, pero yo me sentía bien.
—Voy a cocinar algo —Se levantó del sillón y se dirigió a la cocina.
Sé que no debo comer ciertas cosas, pero de camino aquí vi un restaurante de carne asada... Hace mucho que no pruebo carne y realmente quiero comer algún plato que lleve carne. Lamentablemente la carne no fue colocada en la dieta que me dieron.
Estuve un buen rato perdida viendo la televisión, nunca había visto novelas o series, aún no he salido de casa y desde aquí dentro ya experimenté cosas nuevas, es genial.
—Ven a cenar —Escuché de manera vaga desde la cocina.
—Ah, ¿no pudiste tardarte un poco más? ... Ahí voy —Contesté, apagué la televisión y me dirigí a la cocina de forma perezosa. Se me ha pegado un poco la forma de actuar de ese hombre. Repito su comportamiento como si fuera un niño pequeño.
Llegué a la mesa y me senté junto a él.
—Gracias por la comida —Agradecimos para luego comer.
Era sopa de pollo; al parecer había cambiado el tipo de fideos; ayer eran diferentes. (Chiken nodles soup... ¿alguien entendió?)
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Sobre el matrimonio (Actualizando)
Fanfiction¡Hola! esto sería una especie de adaptación a mi Historia de "Boda arreglada" que me borraron de wattpad, será muy diferente ya que mi historia anterior no tenía coherencia en lo absoluto, no use mi sentido común y espero que esto salga bien... En e...