El esposo ideal - Namjin

Capítulo 20

— Minnie, ¿Qué demonios es esto?, Este reporte no solo está incompleto, está mal, no tiene pies ni cabeza, te pedí que fueras clara con tus notas.

Minnie me miró molesta, pero se contuvo, suspirando pesadamente antes de hablar — Lo siento —Fue lo único que dijo.

— Hazlo de nuevo, y lo quiero sin ninguna falla, ¿Entendiste? —Dije, regresando su reporte a sus manos.

Ella rodó los ojos, caminando furiosa hacia la puerta, e intencionalmente, azotandola fuertemente al cerrarla.

— Esta chica, va a terminar haciendo que la corra —Dije, sobando ligeramente  mi frente con mis dedos.

— Hace meses debiste hacerlo —Dijo Hoseok, pronto puso una mano en su boca, pensando que habló de más —Perdón, lo pensé.

Reí —No te preocupes, es verdad que hace meses debí despedirla, pero Namjoon no me dejaría hacerlo, al igual que sus amigos, pensaría que es algo personal, y lo que menos quiero son problemas.

— Es verdad, pero ella no hace bien su trabajo, aunque ha mejorado poco, es debido a la presión a la que la sometes, sino, no haría nada.

Me encogí de hombros.

La puerta se volvió a abrir, y detrás de ella, apareció al dueño de mis sonrisas.

— Nam, ¿Qué haces aquí? —Pregunté, levantándome de mi asiento para recibirlo.

Él me dio un beso pequeño, con una sonrisa dibujada.

— Vengo a traerle algo para el vicepresidente Kim Seokjin —Dijo, yo reí, como un joven enamorado.

De su traje, sacó una flor y una carta.

— ¿Qué es? —Pregunté, al tomar la carta.

Namjoon no dijo nada, así que abrí la carta, leyendo la información.

— Hace un año nos unimos en matrimonio, así que quise que celebraramos nuestro aniversario hoy.

Sonreí —Oh, cariño, eso es tan lindo —Lo besé nuevamente.

Los meses habían pasado tan rápido, que no había sentido el tiempo.

Y es que las cosas con Namjoon iban tan bien, era como si fuéramos recién casados todos los días, él tan atento y amoroso, que mi Omega nunca estaba triste.

Algo que nunca creí que sucedería en toda mi vida.

— El evento será está noche, así que descansa, y nos veremos a las ocho en casa, ¿De acuerdo? —Preguntó, asentí felizmente.

— Te amo Jin —Dijo, dando un último beso.

Yo igual.

Cuando Namjoon se fue, volteé a ver a Hoseok, con el corazón palpitando a mil de felicidad.

— Y pensar que hace meses nuestras vidas eran diferentes —Sonrió.

— Hoseok, ve a tu oficina y prepárate, vamos a salir a comprar—Sonreí.

— ¿Comprar?, Tienes tanta ropa Jin.

Negué —Yo no compraré —Hoseok entendió, mirándome atónito por mi idea.

(...)

— ¡Gracias por sacarme de mi trabajo!, Mi estúpido jefe no me iba a dejar salir jamás.

Sonreí, Jimin era tan transparente que a veces no medía lo que decía, pero era agradable estar con él.

— ¿Este suéter se verá bien? —Preguntó Hoseok.

— Hoseok, todo se te ve increíble —Dijo Jimin.