‹ cinco ›

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Jimin pensó que no había Sido buena idea llorar toda la noche, tenía los ojos muy hinchados y eso se le notaba, por más que se pusiera cáscaras de papas, no sé podía quitar con nada.

Suspiró, mientras continuaba con el trabajo, apenas llevaba medio día y ya quería irse, no se sentía bien y no ponía atención a nada.

— ¿Escucharon que el jefe Jeon llevó a una chica a la fiesta? —Le preguntó una de las compañeras de Jimin a Miyeon, está asintió.

— Sí, es lo que me contó mi amiga de Administración, según dicen, estuvo con ella en toda la fiesta, pero Administración no pudo acercarse a escuchar como fue que Jeon Jungkook la presentó, quizá es su pareja pero aún no confirman.

— Dicen que es muy bonita, y que parecía más joven que el jefe Jeon.

— No sé podía esperar menos de Jeon Jungkook, él es muy guapo, era obvio que saldría con alguien que pareciera súper modelo.

— Miyeon, disculpa, pero tengo resaca y me duele mucho la cabeza —Dijo Jimin, intentando callar a sus compañeras, no lo estaban ayudando a sentirse mejor escuchando todo lo que sabían del "chisme de Jeon Jungkook".

— Oh, lo siento Jimin —Miyeon y la chica volvieron a sus lugares, regresando a sus labores.

Jimin lanzó un suspiro, él había visto a la chica con sus propios ojos, ella era muy linda y tenía clase, era claro que Jeon Jungkook saldría con alguien así, de su mismo nivel económico.

Jimin tenía un gran dolor en la cabeza, pero no tenía ninguna pastilla para el dolor.

— Jimin, ¿Estás bien?, Desde la mañana llegaste con los ojos hinchados y rojos —Preguntó Miyeon.

— Creo que me enfermaré, no pude tomar ninguna pastilla para el dolor en mi casa —Se excusó Jimin.

— Oh, yo traigo una pastilla para dolor, ya sabes, por si algún día vuelvo a tener migraña en el trabajo —Dijo Miyeon, buscando entre su bolsa, hasta encontrar una pastilla para el dolor.

— Gracias Miyeon —Dijo Jimin, tomando la pastilla, ahora debía esperar a que ésta hiciera efecto y se empezara a sentir mejor.

Su día laboral lo pasó terrible, aunque ya no tenía dolor de cabeza, le dolía el corazón, todo el día había aguantado el dolor de cabeza.

— Nos vemos mañana Miyeon —Dijo Jimin, despidiéndose de Miyeon.

Jimin no esperó a Jin, sabía que si lo hacía terminaría por encontrarse a Jungkook, y por el momento no quería eso.

Jimin comenzó a caminar hacia la salida, pero no esperó encontrarse con su jefe, Eunwoo.

Eunwoo sonrió — Hoy te noté bastante triste, ¿Pasó algo?, Hoy no te vas con tu amigo como siempre.

Jimin se encogió de brazos —Es que prefiero caminar hoy.

Eunwoo sonrió — Déjame llevarte a tu casa.

Jimin negó — No lo creo, en verdad no tengo ganas de nada.

Eunwoo se encogió de brazos —De acuerdo, no pienso insistir si no deseas.

Jimin sentía como si alguien lo mirara, volteo discretamente, mirando en dónde estaba la persona, casi arrepintiendose al instante en cuanto vio que era Jungkook, parado frente a la salida.

Jimin no supo que hacer, y cuando vio que detuvo a Eunwoo, pensó que no fue su mejor idea, pero era la única que tenía.

— Cambié de opinión, sí quiero que me lleves a mi casa —Dijo Jimin, Eunwoo parecía sorprendido, pero asintió, diciéndole a Jimin que subiera a su auto, el cual estaba unos pasos antes de donde se encontraban.

El esposo ideal - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora