Carta 5 Nathalia Méndez.

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20 de febrero 2022

Querida Jules;

Simón me ha contado sobre las cartas. Me ha dicho que le han servido de ayuda a Mica, Isaza y a él. Dice que son una excelente estrategia para sobrellevar el dolor que nos dejó tu partida y después de casi tres meses sin ti, me he animado a hacerlo.

Quiero contarte que el haberme ido de Bogota me ha ayudado un poco. El estrés por entregar mis tareas y proyectos a tiempo también lo ha hecho y me mantiene ocupada todo el día pero debo decir que cuando la oscura y fría noche se asoma por mi ventana comienza esta incertidumbre de no poder mandarte un mensaje o llamarte para saber cómo estás.

Trato de ayudar a Simón porque no me gusta verlo tan mal pero que te digo, asi de afectados nos has dejado.
Aunque la verdad es que lo admiro bastante, ha estado al pendiente de todos nosotros, es él quien nos ayuda junto a Isa. Ambos están especialmente atentos de Mica, Marto y Juan Pablo.
Los tres están destrozados. La primera intenta salir adelante por su bebé.
Ayer por la noche hablé con ella por Skype y me contó que el pequeño o pequeña está fuerte y saludable. La madre está mas que feliz con ello y con que no crezca a una velocidad alarmante porque la deja seguir trabajando en el modelaje.
Pero imagino que eso ya te lo habrá contado ella misma.

Estoy planeando ir a Bogota por un viaje rápido para saludarlos a todos pero aun sigo pensandolo.

Quiero agradecerte sinceramente por toda la luz que llegaste a poner en mi vida, Jules. Estuviste conmigo en esos días oscuros que nublaban mi mente y mi corazón.

Se que todos tenemos días malos, pero solo tú y Simón sabían que cada día que me levantaba era un día mas de lucha para lograr aceptarme tal cual soy. Que no necesito un cuerpo delgado, un abdomen plano para poder usar la ropa descubierta que tanto me gusta usar pero que dudo en seguir haciendolo y cambiarla por algo más holgado.

Me ayudaste a amar mi rostro pálido que en muchas ocasiones se llena de imperfecciones que me avergüenzan ante esta sociedad de mierda que solo sigue estereotipos estúpidos sobre la belleza.

Soy afortunada al decir que encontré a una pareja que me ama tal cual soy. Y que más tarde encontraría a una amiga que apesar de que luchaba contra sus propios demonios no dudó en brindame toda la ayuda que pudiera aportarme.
Que me deba terapia verbal con palabras reconfortantes que me hacían abrir los ojos y encontrar la fuerza para posarlos sobre un espejo para admirar la belleza que poseía en mi interior y exterior.

Por esas y mil razones te estaré siempre agradecida. Voy a extrañarte como una loca, querida Jules pero te juro no volver a ese hoyo del cual me ayudaste a salir.

No se si vuelva a escribirte muy pronto pero quiero que sepas que día y noche estás en mis pensamientos.

Tu bella amiga pelirroja, Nath.

Cartas a Jules DaviesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora