Marido y Mujer

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Lety se detuvo al escuchar pasos apurados acercandose, tanto Fernando como Lety se dieron la vuelta y se quedaron boca abiertos por la vista.

F: Papá? Mamá!? Qué hacen aquí?

Fernando preguntó aturdido por sus presencias repetinas.

H: Pues estamos aqui por tu boda por supuesto.

Don Humberto dijo casualmente.

H: "Perdonanos por llegar un poco tarde!

El agregó rápidamente. Fernando miró a Lety y despues a sus padres, no sabia ni cómo reaccionar.

Antes de que Fernando podría entender lo que sucedía o expresar cualquier objeción, Lety habló.

L: No se preocupen, lo bueno es que los dos estan aquí.

Ella dijo con una sonrisa y una mirada clara hacia Teresita Mendiola. Dona Teresita miró a Lety y cabeceó.

T: "Gracias Lety!

Dijo sinceramente.

Teresita entonces miró a su hijo y con mucho remordimiento expresó dos palabras pequeñas que hicieron toda la diferencia:

T: Lo siento."

Ella entonces miró a Lety y dijo lo mismo. Lety sonrió felizmente y miró a Fernando, quien estaba al borde de lágrimas, y le dio un ligero apretón en su mano.

XX: Podemos continuar por favor?

El juez preguntó de repente. La ceremonia fue reasumida rápidamente como los novios se dieron la vuelta y los otros tomaron sus posiciones una vez más. Fernando se quitó con rapidez una lágrima antes de girar hacia Lety una vez más con una sonrisa sincera.

Lety se ensterneció con su expresión – él estaba tan feliz y no sólo porque era su día de boda pero porque tambien iba poder compartir ese momento mágico con sus padres – Un deseo que había parecido imposible desde hace mucho tiempo.

Con la lista de invitados ahora completa oficialmente Lety firmó con alegria para despues entregarle la pluma a Fernando para validar su unión. Fernando tomó la pluma y con una mirada hacia sus padres sonrientes, se hagachó a la escritura y firmó sin ninguna duda. Próximo, los padres de Lety firmaron como los testigos de su hija y con la insistencia de Omar y Carolina, los padres de Fernando firmaron como los testigos de el.

XX: Por el poder que me concede la ley, los declaro a ustedes marido y mujer.

Lety y Fernando brillaron con felicidad cuando sus manos se entrelazaron y se perdieron en los ojos del otro

XX: Ahora puede besar a la novia!

Con gusto, Fernando pensó.

El se inclinó y felizmente capturó los labios de su esposa – mandando inmediatamente corrientes electricas a través de sus cuerpos. Sus emociones, sus deseos y con adrenalina fluyendo por sus venas ellos profundizaron mas el beso con tanta pasión como sus cuerpos con un simple roce.

Si no fuera porque ellos ya estaban afuera, los extintores habrían reaccionado. Por suerte, ellos luego dejaron el beso y aceptaron alegremente las felicitaciones de sus invitados. No podían abandonar la vista del otro, aún entre abrazos con otros; ellos se buscaban con la mirada – como si temiendo si perdian el contacto ellos se perderían a sí mismo.

Don Humberto estaba abrazando felizmente a su nueva nuera cuando se acerco Dona Teresita a ellos. Don Humberto se disculpo de inmediato para ir a felicitar a su hijo, quien en el momento estaba hablando animadamente con los Padillas. Teresita Mendiola movia nerviosamente las manos mientras ella trataba de encontrar las palabras adecuadas para expresar su remordimiento.

AMOR SIN FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora