Visita inesperada

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Los huevos estaban casi listos cuando las tostadas saltaron de su cueva metalica. Una mano llenaba dos tazas con café caliente y cargado mientras que la otra alcanzaba la mantequilla.

Era el primer dia para los dos en su casa, como marido y mujer y el queria que todo estuviera perfecto. El sonrio, acordandose de los acontecimientos de anoche, mientras le preparaba el desayuno a su amada.

Horas antes...

Después de sus actividades de natación prolongadas hasta bien entrada la noche, su destino llegó a ser el dormitorio de casados. Cual también estaba decorado, todo nuevo desde la cama y sus sabanas a las nuevas cortinas de la ducha.

Fernando Mendiola, empapado, llevó a la recientemente nombrada Leticia Mendiola, empapada también, sobre el umbral de su nidito de amor.

Ellos estaban ambos exhuberantemente felices pero muy cansados, concordando en ir directamente a la cama para solo dormir ya que sus responsabilidades empezaban, una vez más, el día siguiente en Conceptos.

Fernando desapareció por un momento en el cuarto de baño para buscar unas toallas. El le secó con delicadez el cuerpo de su esposa mientras ella le sacudia los rizos secos para luego llevar la toalla abajo del torso de su marido.

Las cosas empezaron a salirse un poco fuera de control como las caricias se fueron yendo mas intimas y sus ojos se encontraron. Fernando la apretó contra su cuerpo duro mientras la besaba, simultáneamente "emocionando" su cuerpo a cambio.

L:Fernando..

Ella le dijo en advertencia

L: "A este paso, no vamos a durar ni una semana!

Acariciandole la mejilla como él advirtió lo cansada que ella realmente estaba.

F: Tienes razón!

El dijo con un beso suave; cubriendole el cuerpo con cuidado con una toalla seca.

L: Gracias mi amor!

Ella le dijo dulcemente, sabiendo lo dificil que era para él reprimir el impulso. El le sonrió mientras se cubria la cintura con una toalla antes de mostrarle donde sus ropas estaban localizadas ordenadamente. La familia Padilla había sido tan amable para llevarle sus cajas empacadas a su nueva casa.

F: Qué lado quieres Lety?

Fernando le preguntó mientras él buscaba entre sus propias ropas para su pijama. El queria acomodarla como debia ser, tenerla a gusto con su nueva situacion de domicillio.

L: Lado?"

Ella le preguntó levantando su mirada de sus ropas

F: "Sí...para dormir, el derecho o la izquierda...todos tienen un lado Lety,"

El dijo divertido. Eso era chistoso, porque ella no. Ella encogió los hombros inocentemente.

L: "Yo nunca he compartido una cama con alguien para tener preferencia

Su corazón revoloteó al instante que sus rodillas se debilitaron. Era verdad – ella nunca tuvo ese tipo de experiencia, con él sería la primera vez. El se emociono por su inocencia y se cautivo por su ingenuidad. El se acerco y la besó.

Si había una cosa que Lety sabia, era cómo seducir a su marido. Su dulzura era su arma mas peligrosa. Si algo volvia loco de ternura a Fernando Mendiola, era eso. El suspiró después del beso, ojos cerrados, apoyandose contra su frente.

L: Adónde vas?"

Ella le preguntó como él se dio la vuelta de repente, marchandose de su lado antes de que fuera demasiado tarde.

F: Voy a tomarme una ducha fría"

El dijo, levantando un brazo, prohibiendole que lo siguiera

F: "Muy pero muy fria!

Ella se rió al oir la puerta del baño cerrarse con llave.

El ruido del sarten lo devolvio a la realidad.

F: Que lado"

El se dijo a si mismo, sacudiendo la cabeza, con una risa baja.

Anoche, el había conocido perfectamente bien qué lado Lety le gustaba.

Después de que sus impulsos fueran calmados, él salió del baño para encontrar a su esposa bien dormida, cómodamente tranquila dentro de las sabanas. El entró con cuidado a la cama, tratando de no despertarla, cuando ella por instinto (mientras dormia) dio la vuelta y se aferró a su cuerpo tibio con un suspiro suave.

Era bien sencillo. El lado preferido de Lety era el suyo, al lado de su queridisimo marido.

El sonreía solo mientras le ponia los toques finales al desayuno cuando alguien sigilosamente se acerco y le besó la espalda descubierta.

L: Buenos días!

Ella le dijo, él se dio la vuelta con rapidez y la levantó en sus brazos para un beso.

L: "Mmmmm..."

Ella respondió al mirar sobre su hombro

L: "Eso se ve bien rico! De qué restaurante es?"

Ella preguntó sarcásticamente, ganando instantáneamente cosquilleos antes que él anunciara orgullosamente que él había cocinado lo siguiente.

F: "Le informo a la señorita que ya no es la única que puede cocinar algo estos dias,"

El dijo con una mueca.

Ellos disfrutaron el desayuno, sorprendentemente delicioso, antes de compartir un chaparrón y salir feliz para Conceptos.

El minuto que ellos llegaron al piso ejecutivo, fueron regados con preguntas y felicitaciones.

L: Gracias muchachas, les prometo darles detalles más tarde!

Ella dijo con una sonrisa.

Chisme. Perfecto. Las secretarias prosperaban de ello, aceptando felizmente hablar más tarde.

PM: Bueno eh...Lety, alguien te espera en tu oficina!

Paula Maria, con indecisión le informó.

L: Ah debe ser ese ejecutivo de esa compañía de diamante que esperábamos!

Ella le informó a su marido – ninguno de los dos advirtiendo la mirada que las secretarias intercambiaron. Luego, los recién casados se dieron un beso rápido antes de partir a sus oficinas, independientemente.

Lety, con un gran humor, entró a su oficina para una visita inesperada.

MV: Buenos días Leticia!

Marcia Villaroel pronunció, mirandola fija con su expresión desafiante.

Lety se dio cuenta muy rapido – no todas las sorpresas eran agradables. 

AMOR SIN FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora