El Temazcal

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Ella se limpio, con un movimiento rapido, la lágrima.

Como todos los cuentos de hadas, al fin el príncipe se quedaba con la joven. No había un zapatito de cristal, ningún coche de calabaza, ningunas hermanastras malas ni una hada madrina. Sin embargo en esta historia, todo era igual de mágico. El príncipe no estaba bajo un hechizo ni ella estaba atrapada en la torre más alta del castillo más grande. Todo era verdadero. Todo amor. Un 'y fueron felices para siempre' se podria decir.

Alli estaba su príncipe azul. Su alma gemela. Su súper héroe. Fernando Mendiola, el hombre que hacia todos sus sueños realidad y dejaba todos los cuento de hadas cortos en comparacion.

Ahí estaba el, en una rodilla como todo un príncipe, ofreciendole la más pura forma de compromiso posible. Ofreciéndole el anillo de oro blanco, cual ellos habían escogido más temprano, en signos de su amor eterno por ella.

Ella sonrió, complacida, cuando él le tomó delicadamente la mano y miró esos ojos profundos y obscuros de su mujer. 

F: Leticia, te doy este anillo en signos de mi amor. Con este anillo, yo te entrego mi corazón por completo.

 El le tomó las mano al decir lo siguiente con toda seriedad

F: "Prometo respetar, cuidar y protegerte hasta el último de nuestros días. Prometo no permitir que nada ni nadie interrumpe nuestro amor. Yo siempre estaré aquí para ti como un amigo, un confidente...y sobretodo como tu marido.

 El se paró como el anillo ajustaba cómodamente en su dedo

F:  "Y para amarte todos y cada uno de los días de nuestra vida juntos."

Ella lo abrazó efusivamente como sus palabras alcanzaron las profundidades de su alma

L: "Te quiero" 

Ella le susurro con lágrimas felices apareciendo en su cara. Con sus manos colocadas alrededor de su cuello, ella lo besó con esplendor. Ellos se separaron lo suficiente para mirarse fijo a los ojos cuando Fernando sonrió y saco de su bolsillo interior, su anillo – listo para ser colocado en su dedo con la bendición de Lety y su amor.

Ella lo tomó en su mano; jugando consigo entre sus dedos antes de levantar la mirada y permitir que su corazón hablara por ella. 

L: Con este anillo, yo prometo amarte en todos los sentidos de la palabra. Te prometo serte fiel en mente, cuerpo y alma.

El sonrió mientras le acaricia dulcemente el rostro

L:  "Hacerte feliz como tu esposa pero mas alla de eso, como tu amiga.

 Ella le colocó alegremente el anillo en el dedo antes de mirarlo fijo

F: "Tu eres mi roca Fernando Mendiola, y estaré siempre agradecida que tu viste en mí lo qué otros tenian miedo de ver...por darme la oportunidad de demostrar mi capacidad de amar" 

Ella dijo simplemente, encogiéndose de los hombros como lágrimas bajaban lentamente sus mejillas suaves.

El le besó las lágrimas lejos al juntar las manos, simultáneamente vinculando su unión juntos en su forma más verdadera.

Ellos se fueron del teatro "mágico" sus corazones aplaudiendo con alegría. Se fueron entre un abrazo, sus manos rodeando la cintura de su pareja – demostrando su unión como el oro de sus anillos brillaba tanto como su amor.

Ellos exploraban el resto del paraíso pequeño cuando Fernando sugirió volver a la habitacion, para "relajarse" un poco antes que la limusina los fuera a recoger. Lety giró hacia él y sacudió rápidamente la cabeza.

AMOR SIN FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora