cap. 3

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Eran las tres de la mañana cuando Jimin se encontraba en su escritorio en admisión esperando que pase la noche.

Había sido un turno medianamente tranquilo pero ya no había nadie esperando y estaban todos descansando, mientras miraba una película divertida para pasar el rato alguien se acerca y le toma el hombro

Era uno de los enfermeros de la urgencia, siempre le había gustado pero era un verdadero hijo de puta mañoso y muy mujeriego.

Jimin siempre se sintió atraído por el, sabía que no debía pero de verdad le gustaba, esa piel blanca y esa voz tan masculina sin contar que cantaba precioso lo tenía cautivado.

Entre tantos coqueteos sabía que podía en algún momento caer en esas redes que fabricaba Yoongi,  porque era un hombre muy callado pero a solas con Jimin se comportaba de otra manera, llegaba a ser hasta tierno y eso hacía dudar a Jimin.

Esa sensación de sentirse especial para él fue lo que lo hizo caer, Yoongi le pidió que lo acompañara un rato a otro piso ya que tenía que ver a un paciente que estaba presentando algunos signos de descompensación, y como él estaba de turno tenía que ir.

Jimin le pidió al guardia que se quedara un rato mientras ellos subían dándole su número de teléfono en caso de que alguien llegara.

La sorpresa fue cuando pasando cerca del baño Yoongi tomó a  Jimin de la muñeca y lo empotra contra la pared cerrando la puerta con llave.

Le come la boca  y Jimin no pudo detenerlo,  no podía, ese olor varonil mezclado con mandarinas le hacía alucinar y sus manos se enterraron en su cabello sacando pequeños gemidos a ambos, sus pieles se rozaban y Yoongi deslizó su mano por debajo de la camisa de jimin haciéndolo temblar.

Alucinaba ¡Era tan fuerte!

Pronto sus entre piernas se rozaron,  sus erecciones latentes dolían, y Jimin rompió el beso jadeando.

— ¡Aquí no! ¡Aquí no!— decia Jimin, jadeando.

—Vamos Jimin será solo un roce, déjame tocarte ¡Me tienes loco!

Jimin se dejó hacer, ambos pantalones volaron y solo con sus camisas puestas empezaron una guerra de roces que los tenían calientes, muy calientes, se besaban como si el aire no faltará y Jimin apretaba la espalda de Yoongi mientras tenía una pierna en el suelo y la otra aferrada a su cintura.

Se silenciaban los gemidos en sus bocas. Yoongi deslizaba su lengua en ese cuello blanquecino,  y Jimin jadeaba de placer,  ya no dieron más entre el roce, el calor y la sensación de orgasmo acumulado en su vientre y se vinieron en un jadeo que los dejó sin aliento y sin estabilidad.

Las piernas de Jimin temblaban al igual que su cuerpo y ese orgasmo había sido fabuloso. Entre risas después de recuperarse se limpiaron y salieron como si nada hubiese pasado.

Desde ese día empezó la tortura de Jimin, porque su corazón se enamoró y Yoongi no dudo en jugar con el.

Cuando estuvieron juntos en la cama de Jimin una noche en que se habían pertenecido. Yoongi se fue, dejando solo una nota, diciendo que ya no podía más con eso, porque no quería hacerle daño y él tenía que volver a su ciudad lejos de ahí.

Cuando se despertó Jimin esa mañana comprendió que Yoongi de verdad era un verdadero hijo de puta, y cerró su corazón y sus piernas desde esa vez,  eso hace más de un año.

Entonces Jimin solo jugaba un poco con los hombres atractivos, era coqueto por naturaleza y se divertía incomodandolos pero nunca llegaba a más que eso,  su corazón aún dolía, y no se volvería a entregar porque el amor ya no existía para él.

Las noches en que su cuerpo le pedía ser tocado,  le pedía ser acariciado y amado,  se colocaba los audífonos y lloraba, así acallaba el miedo a quedarse solo y el miedo más grande no poder abrir su corazón una vez más, porque esa coraza que traía en su interior solo le pertenecia a su alrededor,  por dentro él era un tierno chico solo queriendo ser amado de verdad.

Recordaba esas cosas antes de salir del baño para buscar a Nam y a los dos"nuevos" y darles ese recorrido esperado.

Rodó los ojos cuando los vio junto a Samanta, la paramédico más fácil del turno, obvio le coqueteaba descaradamente a ambos sin ningún disimulo y Jimin entre risas les dice:

—Vamos, no tendré más tiempo durante el día que ahora. Samanta, cortarla vienen recién llegando y ya te le tiras encima.

Samanta se ruborizó haciéndose la tímida y entre dientes Jimin maldecía por lo descarada que era.

—Bueno chicos . Vamos. Les mostraré está humilde morada que a visto más personal pasar que vidas salvadas, a si que no se hagan muchas ilusiones.

— Y tú — le pregunta Jungkook— ¿porque has estado tanto tiempo acá?

Jimin lo mira fijo con su cara de arrogancia y coqueteo, —la eficiencia y mi hermosura. Una mezcla difícil de encontrar — dice Jimin con ojos coquetos.

Jungkook rueda los ojos. — ¿No te estarás tirando muchas flores? Viene de muy cerca el halago.

—No te preocupes por eso— le dice Jimin. — Mientras vayas conociendo como se trabaja, te darás cuenta de lo que digo.  No necesito decírtelo mírame trabajar.

J hope solo se reía,  encontraba gracioso el cómo Jungkook caía a las palabras de ese chico que era realmente lindo, daba la impresión que le gustaba a Jungkook, pero el no había estado con hombres y juraba que era heterosexual.

Jhope conoció a Jungkook en el hospital hace tres años atrás cuando llegó a la urgencia siendo un novato,  Jungkook le enseñó todo lo que sabía porque en realidad era el mejor. Luego de la pandemia todo se intensificó y fue tanto el trabajo que decidieron cambiarse a algún lugar donde la exigencia de urgencia no sea tan compleja,  eran jóvenes, el Covid les dió muy fuerte y perdieron amigos, familiares y muchos colegas estuvieron mal.

Aunque las cosas se tranquilizaron un poco era inevitable sentirse cansados y frustrados, entonces postularon al cargo y Namjoon los acogió de buena manera por la experiencia.

Conocía la historia de Jungkook estuvo a punto de casarse con una linda chica llamada Lisa,  que era enfermera,  pero la encontró un día follando con un colega en su propia casa donde vivían un día en que cambió su turno para sorprenderla pero el sorprendido fue el.

No fue fácil, entre la enfermedad con la que trabajaban y la desilusión Jungkook se convirtió en un hijo de puta con respecto a las relaciones y solo utilizaba a las mujeres para su placer.

Jimin les dió el recorrido mostrando todo,  recordó nuevamente el episodio con Yoongi en el baño y un momento de tristeza se percibió en el aire quedando los tres en silencio.

Jimin se carraspeó la garganta y volvieron a la urgencia.

Namjoon los estaba esperando,
— ¿Cómo estuvo el paseo?

—Perfecto jefecito. Me retiro para trabajar, adiós, — Jimin se despide con una reverencia y su enorme sonrisa.

Jungkook lo mira, la sonrisa más linda, pensó.

Namjoon percibe el cambio en el rostro de Jungkook, y le dice.

— ¡Cuidado ahí tigre!¡Que saldrás perjudicado! Jimin está cerrado desde hace mucho tiempo.

— De que hablas no me gustan los hombres — dice Jungkook.

— ¡Ja! —dice Nam sonriendo — avísale a la cara de estúpido que acabas de colocar.

💜💜💜 Luego subiré más cap.,💜💜💜

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